Intel está avanzando a marchas forzadas en el terreno de sus procesos litográficos con la idea de poder poner distancia frente a AMD. El desarrollo va viento en popa porque la compañía ya anunció hace unos meses que su proceso 20A —20 Å o ángstroms, equivalente a 2 nm— se adelantaba en torno a seis meses, y las fechas las mantiene. Eso también adelantaba de seis meses a un año la llegada del proceso 18A (1.8 nm o 18 Å), y lo mantiene.

Inicialmente la compañía preveía la llegada del 18A en la segunda mitad de 2025, toda vez que depende de ASML ya que es un proceso litográfico que hará uso de su futura maquinaria de alta apertura numérica. Intel llegó a un acuerdo con ASML para ser la primera en recibir esta maquinaria, y esta anunció que su maquinaria de alta AN estaría instalada en 2024.

La siguiente transparencia es de febrero, donde la compañía ya indicaba que iba más adelantada de lo esperado en el desarrollo de estas nuevas litografías. El problema en realidad está en la cantidad de producción con esta litografía. ASML indicó que instalaría cinco máquinas en 2024 y otras cinco a principios de 2025, con un coste estimado por escáner TwinScan EXE:5200 de 400 millones de dólares.

Por tanto, aunque Intel planee producir algo a finales de 2024 con el proceso de 18 Å como los Lunar Lake, serán dos, tres o cuatro modelos de procesadores, y convivirán en el mercado con los Arrow Lake que llegarían en la primera mitad de 2024. O quizás los comience a producir pero no los pondría a la venta hasta 2025. Si se mira la trasparencia anterior, dice que el proceso de 4 nm para los Meteor Lake está ya listo para fabricar pero no se espera que lleguen hasta la segunda mitad de 2023, pero es posible que lo use para ir fabricando esos ASIC que menciona. Con el proceso 18A pasaría lo mismo: no habría que esperar procesadores de consumo hasta 2025.

Vía: WCCFTech.