Samsung fue el que inició el mercado de las phablets, esa mezcla de tableta y teléfono. Ahora ha presentado la esperada renovación, que llega en forma del Galaxy Note7, que aunque no se desvía demasiado de los modelos anteriores, sí que lo mejora notablemente en todos los aspectos.

El diseño se mantiene en lo que Samsung ha estado presentado desde el Galaxy S6, con cuerpo de metal y una pantalla con bordes redondeados para mejorar el agarre y comodidad de uso. Estará disponible en colores blanco, negro y azul, y el precio por ahora no se ha confirmado, pero llegará el 19 de agosto a EE. UU. y el 2 de septiembre a Europa.

En el terreno de las características, Samsung va a optar por uno de dos procesadores según la región, como ocurre con el Galaxy S7. Por un lado, el Snapdragon 820 de dos núcleos Kryo a 2,15 GHz y otros dos Kryo a 1,6 GHz, con GPU Adreno 530. Por otro lado, el Exynos 8890, de cuatro núcleos Exynos M1 a 2,3 GHz, y un segundo clúster de núcleos Cortex-A53 a 1,6 GHz, y GPU Mali T880MP12. Ambos fabricados por Samsung con en un nodo de 14 nm LPP (Low Power Plus, un proceso a 14 nm de segunda generación).

Habrá un único modelo con 64 GB de almacenamiento interno ultrarrápido UFS 2.0, con expansión por micro-SD, y le acompaña 4 GB de RAM LPDDR4. La pantalla es de 5,7 pulgadas SuperAMOLED con resolución QHD. También posee NFC, Bluetooth 4.2, Wi-Fi 2x2 802.11 ac, lector de huellas, conector USB tipo C, y acceso a los sistemas de posicionamiento GPS, GLONASS y Beidou.

Este teléfono es a prueba de agua y polvo con certificado IP68, y la novedad más importante es la inclusión de un escáner de iris. Tiene un alcance de uso para el desbloqueo de los terminales entre los 25 a 35 cm, y podría servir en un futuro para un reconocimiento facial o alguna técnica similar.

Samsung también ha renovado una vez más el S Pen, añadiéndole 4096 niveles de presión, desde los 2048 del lápiz digital del Note 5. Cuenta con una punta más fina de 0,7 mm, lo que facilitará su uso para nuevos estilos de lápiz más finos, de los cuales Samsung ha añadido siete nuevos, y mejora su precisión. También es a prueba de agua, y añade nuevas acciones al menú flotante al acercar el lápiz a la pantalla.

La cámara del teléfono también se ve mejorada notablemente con respecto al Note 5, pero son básicamente las mismas que las del Galaxy S7. La cámara trasera es de 12 megapíxeles, con una apertura f/1.7 y el tamaño de los píxeles es de 1,4 micras, lo que mejorará la captura de imágenes en peores situaciones de luz al ser capaz cada píxel de capturar más luz. Incluye un doble sensor Sony IMX260 y Samsung S5K2L1.

Graba vídeo a 4K, e incluye un flash dual. Teniendo en cuenta que Samsung posee de los mejores posprocesados de imagen del sector, tengo un especial interés en ver el resultado de esta cámara que también cambia de tecnología para su óptica con sensor de doble píxel para conseguir el autoenfoque más rápido en un teléfono. La cámara frontal es de 5 MP, con sensor Samsung S5K4E6 y misma apertura f/1.7.

Se pondrá a la venta con Android 6.0.1, pero la actualización a Android 7.0 la tiene asegurada.

Vía: AnandTech.