Cuando uno lleva tiempo dedicado a un juego, va cogiéndole el truco y sabe como responder a cada situación casi instatáneamente, y para poder demostrar ese conocimiento, habilidad y horas de juego, necesita que sus herramientas respondan como es debido.

Tampoco es necesario tener unos periféricos a nivel profesional pero si un mínimo de calidad con la que llenar a tus enemigos de plomo casi sin que se enteren, y cuando juegas a cierto nivel por Internet, eso requiere precisión y velocidad milimétrica. Todos ellos encontrarán en el Razer Diamondback un gran compañero de fatigas.

Características

Razer Diamondback es un ratón de 12,5 cm de largo, 5 cm de ancho y 1,2 cm de alto, medidas suficientes como para que la mano lo cubra justo aunque echo de menos un poco más de altura para terminar de abrazar el ratón completamente con la mano. No cuenta con la posibilidad de variar su peso por lo que se mantiene siempre en 90 g, lo justo para no parecer un ratón de juguete. Por último, posee un cable de 2,1 metros de longitud, algo que agradezco ya que el PC lo tengo situado un poco lejos de la alfombrilla del ratón.

El Diamondback no está precisamente corto en especificaciones. El ratón cuenta con un sensor láser 5G que permite alcanzar los 16.000 ppp de sensibilidad, algo que no pueden decir muchos otros ratones de supuesta mejor calidad aunque no es un parámetro que indique lo bueno o malo que es el sensor, y cuenta con un muestreo de hasta 1.000 Hz. Ambos valores se pueden modificar gracias a Razer Synapse, el software que permite configurar las características del ratón y otros periféricos Razer, permitiendo variar la sensibilidad a placer entre los 100 y los 16.000 ppp, e incluso ajustar el nivel individualmente en cada eje, y ajustar la frecuencia a 125, 500 y 1000 Hz.

El ratón cuenta con siete botones configurables, los dos clásicos derecho e izquierdo, la ruleta central que también se puede pulsar además de girar, y dos pares de botones en cada lateral del ratón, lo que ofrece un abanico amplio a aquellos que les guste personalizar los controles para tenerlos más a mano, pero sin llegar al extremo del Razer Naga. Hay que avisar que muchos juegos considerarán los botones laterales como el mismo botón del lado opuesto, por lo que en realidad cuentan como cinco botones a la hora de jugar.

Tampoco le falta la iluminación Chroma en una línea que recorre la parte lateral y trasera del ratón, en la ruleta y en el logo de Razer, la cual se puede personalizar gracias a Synapse para ofrecer de varios tipos de iluminación en un rango de hasta, en teoría, 16,8 millones de colores que seguro que harán las delicias de los que les gusta presumir de equipo.

Diseño

Este es el apartado donde más conflicto he encontrado con el Diamonback. El ratón cuenta con un diseño para zurdos y diestros, por lo que es simétrico longitudinalmente y lo convierte en un ratón más versátil que ergonómico, aunque no diría que es un punto en contra, pero si que lo es la posición de sus botones laterales.

Tanto si sois de abrazar el ratón con toda la palma, como si cogéis el ratón pinzándolo con los dedos (simulando una garra con la mano), os encontraréis que vuestro pulgar no queda especialmente cerca de los botones laterales, por lo que habrá que doblar un poco el pulgar o anular para llegar al primer botón, y bastante para llegar al segundo. Además, si encontráis una postura en la que los dedos queden justo encima de estos botones os encontraréis que el ratón cuenta con una hendidura lateral que hará que tengáis el dedo en dos alturas diferentes, lo cual a mi no me resulta del todo cómodo.

Pero que esto no os desanime, ya que por lo demás el ratón cuenta con un diseño correcto y elegante que además se ve embellecido por la iluminación. El plástico color negro mate tiene un tacto agradable y ligeramente rugoso en los botones principales para ofrecer cierto agarre, mientras que las hendiduras laterales cuentan con un tacto gomoso, y aunque estas no deberían de entrar mucho en contacto con los dedos debido a su posición retirada, lo harán por culpa de la posición de los botones laterales.

Los botones, quizás exceptuando el de la ruleta, son bastante sensibles y se pulsan casi sin esfuerzo, tanto que incluso alguna vez se me ha escapado alguna granada sin querer, y por cierto, la ruleta hace ruido (tampoco excesivo) y se nota el clic cuando se gira, por si hay algún maniático al respecto

Conclusiones

Si tuviera que enfocar al Razer Diamonback a un grupo de jugadores, sería sin duda a aquellos que pasan horas jugando a juegos de disparos. Botones suficientes para realizar todas las acciones de este tipo de juegos, que casi no requieren fuerza para pulsar por si eres de gatillo fácil, y que además cuenta con una sensibilidad y una frecuencia de muestreo muy alta y configurable, para aquellos que exigen un poco más a la hora de apuntar, aunque todavía no conozco a nadie que requiera una sensibilidad tan alta como la que ofrece el Diamonback.

Los que decidan apostar por él, encontrarán un producto de gran calidad que al poco tiempo uno se acostumbra y perdona los pequeños fallos de este magnifico ratón que se ve potenciado gracias a las opciones de configuración que ofrece Synapse, y a la preciosa iluminación con la que cuenta. Cuidado de no pasaros minutos embobados mirando como cambia como me ha pasado a mi.