Es más habitual de lo que nos gusta que las grandes empresas tecnológicas eviten pagar impuestos. La enemistad que enfrenta a Google y al gobierno francés en el terreno de los impuestos viene de lejos, y ahora va a ser multada con 1.000 millones de euros por declarar unos ingresos de sólo 138 millones en Francia durante 2011.

Google y otras empresas declaran sus impuestos en Irlanda, donde el tipo impositivo es del 12,5%, y por eso intentan mover todo su negocio a dicho país. En el caso de Google es un poco más difícil por que tiene que contratar las campañas de publicidad en el país de origen y declararlos en el mismo, cosa que ha evitado hacer siempre, y siempre se le ha pillado. Esta historia también ha ocurrido en Reino Unido por no movernos demasiado lejos.

En el año que declaró 138 millones de ingresos en Francia, a su vez declaró 12.400 millones de euros de ingresos en Irlanda. La trama que tiene montada Google en Irlanda es Google Ireland Holdings (con sede en las Bermudas) que recibe royalties de sus subsidiarias del resto de Europa, por lo que el tipo impositivo que se le aplica es 0% (está exento de impuestos).

Eso sí, por desgracia es 100% legal hacer esto en Europa, salvo que Google no declare los ingresos de contratación de publicidad como lo que son, y por lo que tendrá que pagar 1.000 millones de euros de multa, que ya se quedarán en menos cuando negocie con el gobierno francés.

Vía: TechCrunch.