Hay una nueva enfermedad entre los desarrolladores de los estudios de videojuegos. Se llama resatritis crónica, que les obliga a retrasar la mayoría de los títulos AAA (alto presupuesto) que tienen en desarrollo. Esta enfermedad la provoca un virus conocido como insectum maximus (o bug de pelotas), y que hace que pretendan lanzar juegos llenos de bugs al mercado (léase Assasin's Creed: Unity o Halo: The Master's Chief Collection).

El nuevo juego que está recibiendo la cura es Uncharted 4: A Thief's End (cura experimental de la que no sabemos si Grand Theft Auto V para PC saldrá bien parado, aunque parece que The Witcher 3 está ya casi recuperado), que ve retrasado su lanzamiento hasta algún momento de la primavera de 2016. Su fecha original de salida al mercado era "algún momento de 2015", así que al menos no tenía una fecha exacta, pero es un retraso de al menos tres o cuatro meses mínimo.

Naughty Dog ha asegurado que no hay motivo de alarma puesto que el virus está controlado. "Desde que presentamos los primeros vídeos de juego, hemos enlazado más partes del juego e historia y se ha vuelto claro que este título es más ambicioso de lo que en principio teníamos en mente". Sobre todo porque será la última aventura de Drake.

Vía: EnGadget.