Con el aumento del teletrabajo los fabricantes de periféricos han puesto la mirada en esa parte del mercado. O sea, aquellas personas que necesitan unos auriculares o incluso una cámara web en condiciones para trabajar. Hay infinidad de productos económicos, pero Logitech apunta a una gama media prémium con los Zone Vibe 100. Esa mejor calidad se nota desde el propio diseño hasta la calidad del audio.

Videoanálisis

Desembalado

Los microauriculares Zone Vibe 100 llegan en una caja gris claro dejando claro que son auriculares Bluetooth en su portada. En la parte trasera destaca también los micrófonos con conformación de haces, el sonido inmersivo con que cuentan y los controles simples que incluyen. Nada de controles táctiles, todo botones, existiendo el programa Logi Tune para ecualizar el audio. Es una buena presentación del producto.

Al abrir la caja se ven algunas instrucciones de uso en las solapas, como por ejemplo la forma de usar esos controles. Un par de toques en el botón de pausar servirá para avanzar de pista, un par de segundos en el botón de llamada permitirá colgar. Los auriculares llegan en una estructura de cartón, con las copas protegidas por bolsitas de papel.

De la parte inferior de esa estructura se puede sacar el cable de conexión USB tipo C a USB tipo C, y una bolsa para guardar los auriculares, algo más raro de ver en los 129 euros de PVPR que tienen estos auriculares. Pero con la orientación a un mundo más laboral de teletrabajo parece un buen añadido para poder transportarlos cuando haya que ir a la oficina. Por último, hay un libreto con información de seguridad y garantía que a estas alturas no creo que sea necesario tanto gasto de papel aunque sea reciclable.

Nada más tener los auriculares en la mano se nota que tienen una fabricación de alta calidad. El modelo recibido es en color blanco, aunque también se venden en rosa y negro. El plástico usado tiene cierta rugosidad que da muy buena sensación al toque, con un acabado en mate que queda muy bien. Se notan muy ligeros en la mano, que es importante para que se noten cómodos tras muchas horas de usarlos.

Estos auriculares son de tipo circumaural con una amplia diadema recubierta de tela en un gris claro que hace un buen contraste con el blanco de las estructura. La diadema no tiene acolchamiento pero al poner los auriculares en la cabeza al ser tan ligeros no se nota que se pudiera necesitar. Las copas se pueden extender deslizándose por raíles. Tiene cierta retención pero no como otros auriculares que se va por marcas, pero sobre todo se quedan en el sitio haciendo pinza. No aprietan, no se mueven del sitio. Cubren perfectamente las orejas de alguien alto como es mi caso. Son muy fáciles de reposicionar.

Las copas tienen unas almohadillas de viscoelástica recubiertas de la misma tela que la diadema. Mejorará la transpiración en verano, pero no evitan que el sonido se filtre al exterior, y viceversa. Aíslan poco. Las almohadillas son intercambiables, favoreciendo que se puedan cambiar cuando se desgasten, aunque siendo tela tardará más que si fueran de cuero sintético. Las copas están marcadas en braille, que nunca está de más.

En la copa izquierda se encuentra el micrófono, el cual es de tipo abatible, activándose al extenderlo y silenciándose al abatirlo. Tiene a su vez dos micrófonos y un botón que permitirá silenciar el micrófono sin necesidad de abatirlo. En esa copa también se encuentran los botones de responder llamada, el control de volumen, el interruptor de encendido y emparejamiento Bluetooth, el puerto USB tipo C de recarga, y un led de encendido. En la copa derecha está el botón de reproducción/pausa.

Características

Estos auriculares están orientados a trabajo y disfrute, y por eso cuentan con un sistema de sonido mejorado, tanto para grabar voz como para escuchar música. Son bastante ligeros ya que pesan solo 185 g, que no suele ser habitual. Eso favorece el aspecto de la comodidad, aunque tras las dos primeras horas de uso tuve que recolocarlos porque me clavaba una patilla de las gafas y me cansaban en la coronilla. Tras mover ligeramente, extendiéndolos un poco más, me han resultado muy cómodos, a pesar de no tener acolchamiento en la diadema.

Los transductores incluidos son de 40 mm, contando con unos graves especialmente buenos para el tipo de microauriculares que son. Puede reproducir sin problemas graves profundos, notándose con fuerza, y la voz e instrumentos con más agudos se reproducen sin problemas ni ruidos. Para ser unos auriculares con Bluetooth 5, hacen una labor estupenda en este terreno. La respuesta en frecuencia es entre los 20 y 20 000 Hz, con una sensibilidad de 118 dB. Logitech califica al audio de «inmersivo», pero simplemente son unos auriculares que suenan muy bien.

Zone Vibe 100 de Logitech
Tipocircumaurales cerrados
ConexiónBluetooth 5.2
Respuesta en frecuencia20 a 20 000 Hz
Impedancia32 Ω
Transductores40 mm
MicrófonoSí, omnidireccional con conformación de haces
PlataformasCualquiera con Bluetooth
PVPR129 euros

La calidad del micrófono es bastante buena. La calidad de la voz, como se puede comprobar en el videoanálisis, se escucha nítida. Tiene una respuesta en frecuencia entre los 100 y 8000 Hz, siendo un micrófono un poco especial. Incluye en realidad dos micrófonos con cancelación de ruido y un sistema de conformación de haces para centrarse en la procedencia del sonido, dando un buen resultado, aunque de vez en cuando he notado que puede haber algún chasquido de fondo aunque prácticamente no se note.

Sobre la autonomía, siendo Bluetooth y con una batería interna de solo 240 mAh, me ha durado bastante. No soy de escuchar la música a mucho volumen, por lo que eso beneficia a la autonomía. Reproduciendo música al 22 % en el NUC 11 Enthusiast que suelo utilizar principalmente para jugar mientras escucho música me han durado unas 23 h. La autonomía que da Logitech es de unas 18 h hablando y 20 h reproduciendo música, pero probablemente sea con un volumen mayor de al que los he estado usando. La carga es relativamente rápida y en una hora y media están recargados totalmente. No se pueden usar por USB tipo C, así que es mejor no olvidarse de recargarlos cuando no se estén usando; el modelo Zone Vibe 125 se puede usar también mediante un adaptador USB en la banda de los 2.4 GHz. Logitech habla de que con una carga de cinco minutos da para una hora de uso.

Programa de configuración

Estos auriculares tienen un programa de configuración común con otros periféricos de Logitech que es Tune, bajo la marca Logi. Se nota que ha sido concebida para iOS y Android en su uso en Windows y macOS porque básicamente es la misma aplicación con misma interfaz de móvil. No se puede cambiar el tamaño de la ventana en Windows o macOS.

Los auriculares tienen una voz que va avisando de lo que se hace, el estado de la batería, etc., pudiéndose configurar el idioma. Me ha ocurrido que en Windows me ha dado error a la hora de instalar el español, pero en macOS lo ha instalado sin problema. No he podido comprobarlo en otros equipos, pero me ha resultado un poco frustrante. Tras ello los he devuelto al inglés porque la voz en español suena un poco rara y recurre al innecesario spanglish que detesto.

Tune es un programa de configuración bastante completo. Se puede configurar el volumen del tono de voz, del micrófono, la ecualización, gestionar los dispositivos con los que está emparejado eligiendo qué se va a reproducir desde cada uno, restablecer los ajustes, o actualizar el firmware. Puede estar conectado a dos dispositivos a la vez, por ejemplo el móvil para llamadas y el PC.

Para reforzar el apartado de auriculares para trabajar, Tune permite conectarse con calendarios (Calendario de Google y Office 365), para realizar notificaciones de que va a haber una notificación pronto, por ejemplo. Puede ser de utilidad, pero dependerá de lo que ya se use para ello. Por lo demás, es un programa bastante completo, aunque no haya visto ninguna opción para cambiar el idioma de la propia aplicación, lo cual me resulta un poco extraño.

Buenos para trabajar… y para jugar

Puede que Logitech haya puesto la mira en el teletrabajo con estos auriculares, pero como los productos para el sector jugón solo suelen serlo por una estética específica —y algunas veces horrible—, estos Zone Vibe 100 cubren a la perfección las necesidades de los jugadores. Tiene un sonido excelente con graves potentes, un micrófono que graba bien la voz, y son Bluetooth como pide la tendencia actual.

Entrando en el inevitable terreno del precio, el PVPR de 129 euros —o 119 euros en algunos países de la eurozona— me resulta algo elevado teniendo en cuenta que por ese PVP hay modelos Bluetooth con cancelación activa de ruido que llevan bastante tiempo en el mercado y son buenos. Claramente su PVP tiene que bajar, y bajará con el paso de los meses como ocurre con todos los periféricos. No voy a entrar mucho más en el precio porque sería anclar el análisis al momento de su lanzamiento en un contexto de inflación desbocada y desviaría la atención de las buenas cualidades que tienen los Zone Vibe 100.

Me ha gustado especialmente el diseño y la calidad de fabricación. Se nota al instante de cogerlos que tienen una gran calidad y que son muy ligeros. El plástico utilizado es de gran calidad con una textura ligeramente rugosa que le da muy buena sensación al tacto, y el acabado el mate queda bien. También es muy buena la tela utilizada para la diadema y las almohadillas, con un buen contraste entre su color grisáceo y el blanco del cuerpo de los auriculares. Son muy bonitos.

La calidad del sonido es muy buena, permitiendo el programa de configuración cierta modificación mediante ecualización. La respuesta en frecuencia no es totalmente plana, habiendo cierta diferencia con los QuietComfort 35 II que uso habitualmente, que cuestan el doble —o costaban, porque ya no están a la venta— pero tienen un sonido bastante neutro y me sirven de referencia para probar otros auriculares.

Le he dedicado un par de horas a comparar trozos de ciertas canciones en ambos auriculares que suelen ser complicados de reproducir bien. Se nota que los graves y los agudos se reproducen algo más apagados pero suenan bien, con las frecuencias medias reproduciéndose igual.

Los Zone Vibe 100 consiguen reproducir bastante bien los graves más profundos en canciones de rock que otros auriculares que he probado en torno a los cien o ciento cincuenta euros no consiguen reproducir adecuadamente. O sea, la clásica Blood || Water de Grandson que uso en estos casos, pero también en música más machacona como la de Rammstein o Marilyn Manson. Un aspecto con el que que hay que tener cuidado es que casi no aíslan y en cuanto que se suben a un volumen medio-alto se filtra bastante el sonido. Por lo demás, la reproducción de es de una buena calidad, bastante buena para su rango de precios. No son unos auriculares para audiófilos, pero creo que incluso ellos notarán que tiene un sonido agradable con cualquier tipo de música.

Como buenos microauriculares, también importa la calidad del micrófono. Como se puede comprobar en el videoanálisis, graba bien la voz. Se oye clara, sin ruidos constantes de fondo ni otros problemas comunes en micrófonos de auriculares de precios similares, aunque de vez en cuando sí he notado algún ruido aunque casi no se aprecie. Cubre perfectamente la necesidad de comunicarse por videoconferencias.

En definitiva, para aquellos que quieran unos microauriculares para trabajar, buenos y elegantes, no tendrán muchas alternativas claras en torno a los cien euros. Para los jugones que prefieren un modelo que les sirva para jugar pero sin esa horrible estética jugona que tienen muchos, también los encontrarán excelentes.