Corsair tiene un amplio catálogo de teclados mecánicos y es uno de los referentes del sector. En esa transición de los teclados extendidos a los compactos que está habiendo entre los jugones, la compañía ha puesto el ojo en proporcionar modelos como el K70 RGB TKL a los que no les falta de nada, siempre siendo un modelo cableado. En este caso concreto también añade algún extra interesante para los que le den un uso más pro, por lo que me parece un modelo excelente, aunque sea empezar el análisis por el final.

Videoanálisis

Desembalado

El K70 RGB TKL llega en la habitual caja negra y amarilla de Corsair destacando por un lado su compatibilidad con Windows, macOS y las Xbox, y por otro sus interruptores ópticos de tipo OPX de la propia Corsair. Es un producto de la serie Champion, lo que significa que está más orientado a jugones profesionales y de entrada se puede esperar un cable retirable. Tiene una buena presentación con el recorte del teclado con un acabado en brillo y la superficie de la caja tiene una textura de triángulos.

Al abrir la caja se puede ver el teclado en una bolsa de plástico. Debajo de él hay dos libretos, uno con los consejos de seguridad y el otro con información de la garantía. El cable está justo debajo de la bandeja de cartón. Es un modelo de 1.82 m, con un conector USB tipo C que va al teclado y un USB tipo A al equipo. Es bastante rígido para lo que es habitual en los teclados, y está forrado de tela trenzada. Da una buena impresión porque hasta el conector USB tipo A tiene una franja de goma a su alrededor desde la que tirar de él o para ponerlo.

La construcción del teclado se nota excelente desde el momento en que se coge. La estructura es de aluminio, con una estructura firme con el habitual aspecto que le da Corsair a sus teclados que es bastante reconocible. En este caso he recibido el teclado con la disposición en español de España, que siempre se agradece que las compañías se acuerden de nosotros porque no todas las grandes las hacen para sus productos de torneo, que suelen ser para un grupo más pequeño de jugadores.

Las teclas están hechas de policarbonato de alta durabilidad. Están ligeramente curvadas para facilitar la pulsación y equivocarse menos dando a las contiguas, y la inscripción de la tecla no se nota durante el uso del teclado. Además, cuentan con RGB configurable por tecla, con un brillo bastante alto. Quizás no tanto en habitaciones bien iluminadas, pero a oscuras se ve genial.

En la parte superior izquierda están los controles de reproducción de música junto a los ledes de bloqueo de mayúsculas y de desplazamiento. El logo de Corsair está en el centro, y tiene iluminación RGB. En la parte derecha está la habitual rueda de volumen al estilo Corsair que siempre encuentro útil y que da una sensación muy agradable al usarla. Va bastante suave, por lo que hay que tener cuidado a la hora de subir o bajar el volumen. Al lado tiene un botón de silenciar, y un poco más a la izquierda botones de bloqueo de Windows, iluminación y cambio de perfil.

En la parte frontal del teclado hay una característica especial que es un interruptor de torneo que activa un modo especial de uso del teclado en el que se desactiva la iluminación ARGB personalizada para cambiarla por un color fijo, y desactiva las macros y acciones personalizadas. Hay hasta una pequeña tapa que permite bloquear el deslizamiento del interruptor para evitar que se active por accidente. Cuando esté puesta la tapa se dejará ver un piloto rojo avisando de que el modo torneo está activado.

El teclado incluye una tecla FN a la derecha de la barra espaciadora que permite realizar una serie de atajos adicionales como por ejemplo controlar el brillo del teclado, el efecto de iluminación o su velocidad. En la parte inferior hay varias almohadillas de goma para evitar que el teclado deslice, y aunque no lo fijan fuertemente, cuesta un poco moverlo. Las patas permiten un nivel adicional de altura. Aunque en mi caso, que soy alto, lo he notado bastante cómodo para escribir, es posible que otros echen de menos un reposamuñecas.

Características

El K70 RGB TKL es un modelo compacto, sin teclado numérico ('diez teclas menos' o en inglés TKL), que en mi caso no lo necesito para nada. Hay usuarios que asignan macros al numérico o que tienen costumbre de usarlo para introducir números, pero en los modelos de torneo se suele favorecer un menor tamaño para que sea más fácil de transportar. Ese tamaño en este caso es de 360 mm × 164 mm × 40 mm, con un peso de 880 g, algo alto pero estándar, aunque favorece a que tampoco sea fácil de mover durante el juego.

El teclado incluye una memoria interna de 8 MB que puede almacenar hasta cincuenta perfiles de ajustes en función de la complejidad de los mismos. Otra cuestión especial que tiene es el muestreo porque va más allá de los habituales mil hercios. En este caso, gracias a Axon, un sistema embebido en algunos teclados de Corsair, el muestreo de la señal del cable USB se hace a 8000 Hz mientras que el muestreo de la pulsación de teclas se hace a 4000 Hz.

Ambas cosas, junto con otras muchas, son configurables en iCue, el programa de configuración multidispositivo de Corsair. El teclado va perfecto en lo que se refiere al reconocimiento casi instantáneo de las pulsaciones, pero este sistema ayuda a reducir un poco más la latencia de entrada, también porque el procesamiento de la pulsación la hace casi instantánea el procesador de este teclado, que nunca viene mal. Un teclado mecánico normal puede introducir una latencia media de 2 ms, mientras que el K70 RGB TKL introduce una de 0.25 ms.

K70 RGB TKL (OPX) de Corsair
Dimensiones360 mm × 164 mm × 40 mm
Peso880 g
ConexiónCable USB
Cable1.8 m, retirable, toma USB tipo C
InterruptoresOPX de Corsair
Disposición de tecladoEspañol de España
Detección individual de teclas
MuestreoPuerto USB a 8000 Hz, teclas a 4000 Hz
Perfileshasta 50
Extrasiluminación RGB por tecla, controles multimedia dedicados
PVPR169.99 euros
PVP149.99 euros

En cuanto a los interruptores, este modelo de K70 RGB TKL integra los OPX de Corsair. Son interruptores ópticos que nuevamente ayudan a reducir la latencia de entrada porque no dependen de una acción mecánica para detectar la pulsación sino que se hace mediante el corte de un barrera de infrarrojos dentro del interruptor. Esto también evita el tedioso efecto rebote que puede provocar una doble pulsación, que es por lo que los teclados mecánicos tienen que introducir un tiempo de rebote o de espera para que la oscilación del mecanismo interno del interruptor no se interprete como una doble pulsación.

Estos interruptores cuando vengo de usar un teclado mecánico no puedo decir que realmente note su efecto aunque sí se nota que van un poco más fluidos. Pero cuando paso de usar un óptico a un mecánico lo noto mucho más. En el caso de estos OPX, son estupendos y me dan la misma sensación de uso que los de otras compañías. Además, estos tienen el punto de actuación a solo 1 mm con un recorrido total de 3.2 mm, y precisan de una fuerza de actuación de 45 gf.

Ese punto de actuación tan cercano requiere de acostumbrarse a él porque durante la prueba me ha ocurrido que he hecho dobles pulsaciones sin intención. Por eso lo veo un teclado mucho más adecuado para juegos de acción rápida que de estrategia, como es habitual en los lineales. Este teclado es mejor para ese tipo de juegos incluso que los que tienen los habituales MX rojos. También hay que evitar arrastrar los dedos por encima de otras teclas cuando por ejemplo vas a darle al intro porque puedes provocar una pulsación involuntaria, como me ha ocurrido hasta que me he acostumbrado. Un punto de actuación de un milímetro es nada y menos, con sus ventajas e incovenientes.

Son unos interruptores a los que hay que acostumbrarse, aunque para escribir textos largos los he encontrar extrañamente mejores que los MX rojos y que incluso los MX marrones que suelo usar. Como los OPX son una opción más de este teclado, los que no necesiten esta alta velocidad de pulsación, que nuevamente permite reducir la latencia de entrada, tienen para comprarlo con otros MX. Pero en general, creo que los jugones de juegos de acción rápida estarán encantados con los OPX. Son además unos interruptores de alta durabilidad, tasados para 150 millones de pulsaciones antes de que puedan (o no) dar problemas.

Programa de configuración

El programa de configuración de Corsair se llama iCue y la principal ventaja que tiene para los que cabalgamos entre varios sistemas operativos es que se puede usar en macOS y Windows. Es uno de los motivos por los que nunca he llegado a comprar ninguno de los teclados de Razer. Sé que soy parte de una minoría, pero cuando eres una empresa importante como Corsair no puedes dejar de lado a un 5 % de tus potenciales compradores. Soy el ejemplo de que si permite un uso y configuración de un periférico en macOS, voy a elegir sus productos por encima de los de otra empresa que no lo permita.

Además es que el programa funciona perfectamente. Lo he venido usando en Windows en el equipo que cada vez uso menos para jugar junto a un K70 RGB de hace seis o siete años, y en macOS funciona igual de bien. Nada más conectar el teclado hará un repaso de algunas de sus características especiales antes de permitir su configuración.

Hay algunas cosas que no me parecen del todo intuitivas, como guardar los perfiles de uso, pero realmente no tengo quejas del programa. Permite controlar a la perfección el RGB por tecla con diversos efectos y posibilidades de sincronización con otros dispositivos de Corsair. En mi caso siempre recurro al habitual efecto arcoíris que es prácticamente el único que uso. Soy de gustos sencillos.

Aquí se puede configurar el muestreo del teclado por encima de los 1000 Hz, aunque Corsair avisa de que al cambiarlo a 8000 Hz puede precisar mayor potencia de procesamiento de CPU. No he visto en el Mac Studio que uso con el M1 Max que haya realmente un mayor uso de procesamiento de ningún proceso relacionado con iCue mientras escribo este análisis, aunque eso no evita que quizás en sistemas más limitados, por ejemplo los antiguos Core i5 de cuatro núcleos, pueda haber algún problema.

La configuración de macros, asignación de teclas, atajos específicos y demás se hace sin problemas y de una manera visual y casi siempre sencilla, haciendo de iCue un programa completo y de buen funcionamiento.

Compacto y (casi) perfecto

Poco puedo decir del K70 RGB TKL que no haya dicho ya. Me parece un teclado excepcional, y no solo porque se ajuste a mis preferencias. Es un teclado compacto que solo podría ser perfecto si se le incluyera conectividad inalámbrica por lo que se queda al borde de la perfección.

Los interruptores ópticos OPX son lo que esperaba, con buena sensación a la hora de teclear pero sobre todo a la de jugar. Aunque hacen algo de ruido al aporrear las teclas, no tienen clic sonoro, lo cual permitirá que se use en entornos algo más silenciosos, aunque el usuario se hará notar. La configuración de todos los aspectos del teclado se hace de manera muy sencilla a través de iCUE, de las mejores aplicaciones de gestión del mercado, y la mejor (y casi única) que funciona en macOS, que es con lo que he probado principalmente el teclado.

La iluminación RGB por tecla le da siempre un aspecto más vistoso a los teclados, y en el caso del diseño usado por Corsair en los suyos lo convierte en uno de diseño muy bueno. Que se pueda retirar el cable es ya casi una necesidad cuando se pasa de cierto precio, y con un PVPR de 150 euros es lo adecuado. La inclusión de controles multimedia dedicados siempre es algo muy positivo, con una rueda de volumen en la parte derecha que siempre es muy útil. En definitiva, es un teclado (casi) perfecto para los que busquen un compacto óptico.