La llegada de Windows 11 ha puesto en primer plano el módulo de plataforma de confianza (TPM), que puede ser un chip físico o se puede hacer por el firmware de la placa base. Se puede usar también en Windows 10, por lo que los problemas de tirones que producía el fTPM, la implementación por firmware de AMD, ha tenido cierta repercusión entre los usuarios de ambas versiones del sistema operativo. Finalmente AMD lo da por solucionado con una serie de actualizaciones y un apaño.

Las actualizaciones serán del BIOS que tendrán que distribuir los fabricantes de placas base y no se espera que estén disponibles hasta mayo. Estarán basadas en el AGESA 1.2.0.7 o posterior.

Hasta entonces, la solución más fácil a este problema consiste en… comprar un módulo físico de TPM. Gracias, AMD. El uso de un módulo TPM permite saltarse la raíz del problema, que es un exceso de transacciones en la memoria SPI (interfaz de periféricos serie) de la placa base que bloquean el sistema hasta que terminan.