La compañía suiza Arctic Cooling está bien establecida en el sector de la refrigeración para PC, y últimamente ha estado redoblando esfuerzos por expandirse a más países. Lo hace con una oferta bastante interesante de refrigeraciones y unos cuantos modelos del Freezer 33. El que analizo en este artículo, Freezer 33 eSports One, es la vertiente jugona de la línea, y que cuenta con algunas diferencias estéticas y de funcionamiento.

Características y desembalado

Una de las características del Freezer 33 eSports ONE es que es un refrigerador pequeño. Tiene un tamaño de 150 mm × 123 mm × 88 mm, incluyendo un ventilador de 120 mm × 120 mm × 25 mm, por lo que lo que es el disipador en sí, hecho de aluminio, es relativamente pequeño para su capacidad de refrigeración. Es quizás una de sus mejores características, ya que otras soluciones de otras compañías suelen ser más aparatosos.

El disipador está pintado de negro, que es la principal diferencia con respecto al Freezer 33, y le da un aspecto más interesante para cierto tipo de equipos para juegos y para ciertos compradores. El ventilador que le acompaña, un BioniX de la misma Arctic Cooling, está hecho también en negro pero se puede comprar con los remates en rojo, blanco, amarillo o verde, lo que da aún más capacidad de amoldarse al equipo en el que se instale. No incluye ledes de iluminación, haciendo gala a su PVPR de 39.99 euros, aunque está por 29.99 euros como oferta de lanzamiento en los países en los que se ha puesto directamente a la venta.

Freezer 33 e-sports One de Arctic Cooling
Tamaño150 × 123 × 88 mm
Peso805 g
ZócalosLGA1150, LGA1151, LGA1155, LGA1156, LGA2066, AM4
Ventiladores incluidosUno de 120 mm
MaterialesAletas de aluminio, caloductos de cobre
Caloductoscuatro de 6 mm de diámetro, contacto directo con el procesador
Velocidad ventilador200-1800 RPM
Ruido ventiladorhasta 31 dBA (0.5 sone)
Consumo2.4 W (12 V y 0.2 A)
Potencia térmica disipada (TDP)Hasta 320 W, recomendado hasta 200 W
Pasta térmica incluidaMX-4 de Arctic Cooling
Precio39.99 euros

El ventilador dispone de rodamientos dinámicos con fluido para un sistema de baja fricción y alta durabilidad. Es un sistema bastante estándar en la industria, aunque en el Freezer 33 eSports ONE da bastante buen resultado como indicaré en el apartado de pruebas. Funciona entre los 200 y 1800 RPM con un ruido máximo de 31 dBA.

El disipador está atravesado por cuatro caloductos de cobre de 6 mm de diámetro que hacen contacto directo con el procesador. Arctic Cooling indica que se puede utilizar para disipar una potencia térmica de hasta 320 W, aunque recomienda no sobrepasar los 200 W. Por tanto, en principio se puede utilizar para sistemas en los que se suba el procesador, aunque en general con un solo ventilador y un disipador tan pequeño no puede augurar que vaya a cumplir bien con este apartador.

Al sacarlo de la caja lo primero que llama la atención es la tarjeta con un código QR para descargar el manual de montaje. Hay una caja con la tornillería perfectamente separada en bolsas y material relacionado para instalarlo en placas base con zócalo LGA115x, LGA 20xx de Intel, así como las que disponen de un AM4 de AMD para los procesadores Ryzen. El cable de conexión del ventilador va metido en una pequeña cajita de cartón debidamente protegido, y dispone de conexión de cuatro pines para regulación automática (PWM) y salida también de tres pines para mantenerlo siempre funcionando a la misma velocidad. Adicionalmente se proporcionan dos clips para poner un ventilador adicional al disipador.

En general la caja es apropiada para el producto que es, y realmente al tenerlo en las manos puede suscitar la pregunta de «¿será suficiente para mi equipo?». Arctic Cooling ha tirado por la vía minimalista tanto en el diseño del refrigerador como de la caja en la que lo vende, y resulta al menos curioso con respecto al tamaño que tienen los de otras compañías en el mismo rango de precio. La pasta térmica con la que se vende es una pequeña bolsita de MX-4 de la propia Arctic Cooling, que si bien no es la mejor del mercado, es suficientemente buena para el precio que tiene la refrigeración.

Montaje

Quizás lo que más se pueda criticar a esta refrigeración de Arctic Cooling sea que no incluye un manual de instrucciones impreso de cómo montarlo. Según la compañía, es su aportación a mejorar el medioambiente. La inclusión de un código QR para escanear con el teléfono e ir directo a su descarga no es tampoco mal apaño, y en realidad es un ahorro de papel para algo que solo se va a hacer una vez. También de esta forma se puede acceder a diversos vídeos explicativos del montaje de este refrigerador en distintas placas base, que más de uno va a agradecer sinceramente.

Además, esta refrigeración tiene la ventaja de que es muy sencilla de montar, pero no intuitiva ya que falta saber en qué dirección poner las placas de sujeción a la placa traseras y cuál de los tres agujeros de cada esquina meter los tornillos para el zócalo que en el que se tenga que instalar. No es nada que no se pueda sacar en un par de minutos de prueba y error. En estos casos, como en la mayoría, es mejor montar la refrigeración con la placa base fuera de la caja, o se puede necesitar ayuda o encontrar que el montaje es más difícil de lo que realmente es.

El montaje se centra en poner la placa trasera, atornillar las aletas a cada lado del bloque de disipación con los agujeros para cada tipo de zócalo compatible, y atornillarlos con los apropiados para la placa base en cuestión. Aunque en los vídeos ponen una cantidad absurda de pasta térmica en el bloque de disipación, recomiendo mejor poner una bolita de dos o tres milímetros de diámetro en el centro del procesador, y dejar que la presión al atornillarlo haga que se extienda homogéneamente la pasta térmica.

Pruebas

El equipo de pruebas que uso para los análisis está orientado a no hacer ruido. Incluye una fuente de alimentación sin ventilador, y en la caja 805 de In Win que uso hay colocados tres ventiladores silenciosos que realmente no hacen ruido —cuesta 25 euros cada uno—. Es un apartado importante a la hora de hacer pruebas de sonoridad, ya que de por sí el equipo no va a hacer casi ninguno. Para estudiar el nivel de ruido que hace el ventilador de una refrigeración es bastante importante que esté aislado del ruido de resto de componentes. El equipo de pruebas en este caso usa una placa base Z370 con un Core i7-8700K, sin tarjeta gráfica dedicada.

El modelo anterior de disipador que tenía instalado en el equipo era un Macho de Thermalright debido a que busco equipos sobre todo de funcionamiento silencioso. Pero teniendo en cuenta que el 8700K es un procesador que funciona a temperaturas más bien altas, es impensable usarlo para overclocking, además de la desventaja de su aparatoso tamaño. Aquí es donde el Freezer 33 eSports ONE entra en acción.

Las temperaturas están medidas como variación sobre la temperatura ambiente, que era en el momento de la prueba de 26 ºC.

ReposoEn juegosCarga completa

Temperaturas

Macho HR02+10 ºC+26 ºC+51 ºC
Freezer eSports ONE +4 ºC+17 ºC+44 ºC

Ruido

Macho HR0227.8 dB29.5 dB31 dB
Freezer eSports ONE 27.4 dB30.4 dB32.4 dB

Como se puede ver, el Freezer 33 eSports ONE tiene unas temperaturas mejores en reposo, jugando y en carga completa. La prueba de carga completa es en Furmark, haciendo uso del 100 % de los doce núcleos lógicos del procesador, por lo que es un escenario poco real en el día a día de un equipo. En juegos, un escenario en el que solo se suelen sacar provecho a cuatro u ocho núcleos de los procesadores, el 8700K funciona bastante descargado y eso permite que tenga temperaturas bastante mejores. En este caso, de unos 43 ºC teniendo en cuenta la temperatura ambiente, que es un funcionamiento muy bueno para esta refrigeración.

Destaca igualmente el funcionamiento muy silencioso del ventilador incluido, que compite con un refrigerador supuestamente orientado a un funcionamiento silencioso, pero bastante más aparatoso. Las mediciones del ruido las hice con la habitación totalmente en silencio, y un ruido ambiente en torno a los 27 dBA a un metro de distancia del equipo, con la tapa lateral abierta. Que solo alcance los 32.5 dBA en carga completa dice mucho de la orientación de este disipador, y más teniendo en cuenta que es un Core i7-8700K el que está refrigerando. En un procesador Ryzen o un Core i5 funcionará a mejores temperaturas aún.

Cuando se entra en el terreno del overclocking es donde las cosas empiezan a no ser tan bonitas. Si bien permite subir el procesador sin problemas, algo que es impensable con el Macho HR02 de Thermalright, con el procesador subido a 5 GHz y 1.35 V de consumo —ajuste automático de ASUS en el BIOS, por lo que es bastante mejorable manualmente—, el procesador se mantiene en unos 91 ºC y el ruido pasa a ser de 42 dBA. Es un ajuste agresivo para una prueba agresiva como es Furmark, pero que lleva al límite a esta refrigeración. Aun así, para juegos o tareas más ordinarias, y con el OC adecuadamente hecho, mantiene temperaturas no mucho más altas a las de usar las frecuencias de serie.

Conclusión

Arctic Cooling ha encontrado la clave del éxito a la hora de fabricar disipadores, pero también en la fabricación de los ventiladores con los que los acompaña. Las temperaturas y ruido del Freezer 33 eSports ONE son más que buenas en un uso estándar del equipo, incluso con procesadores calentitos como el Core i7-8700K, aunque tiene el límite en que no es el idóneo para hacer una fuerte subida del procesador. Tampoco me esperaba que lo fuera, ni nadie se lo debería de esperar de una refrigeración de 30 a 40 euros.

El Freezer 33 eSports ONE, como el resto de la serie Freezer 33, es un refrigerador más que recomendable, y lo puedo recomendar plenamente. Es relativamente fácil de instalar, tiene un diseño compacto que hará que entre en cualquier semitorre, y su funcionamiento es muy silencioso. Por su precio, no hay ninguna opción que sea claramente mejor.