Cuando se va a comprar un equipo nuevo siempre surgen las dudas de si adquirir un equipo de marca o montar un equipo por piezas. Muchos internautas suelen redifundir la inexactitud de que estos equipos son muchísimo más caros, y si bien pueden tener un pequeño sobrecoste, la verdad es que suelen tener un precio bastante ajustado al de sus componentes individuales.

Ese es un aspecto que examinaré en el análisis del MSI Nightblade MI2, uno de los mejores equipos compactos que hay actualmente en el mercado, aunque no todo lo silencioso que se podría esperar para un equipo de sobremesa de verdad.

Hardware

El modelo que he tenido la oportunidad de analizar incluye un hardware que va a servir muy bien para los interesados en la realidad virtual. Es un Core i7-6700 de sexta generación Skylake, y una potente gráfica GTX 970. Aunque la placa es una B150 personalizada, la memoria de 8 GB DDR4-2133 CL15 es más que suficiente para sacar el máximo partido al hardware.

La caja tiene un tamaño de 23,1 x 12,55 x 33,52 cm y está hecha de acero, de un tacto agradable, y con la posición de la tarjeta gráfica en el lateral derecho gracias a un extensor. La zona central que queda está ocupada por un ventilador y dos caloductos que salen del procesador y lo llevan al bloque de refrigeración situado en la parte trasera del equipo. Algo habitual en este tipo de equipos compactos.

El peso total del equipo se sitúa por encima de los 8 kg, muy por encima de los 4 kg que pesa un barebón Shuttle con una GTX 960 y un i7-4790 que uso generalmente para jugar. No es que sea importante realmente el peso para dejarlo encima de una mesa, pero si bien el Shuttle es más fácil de transportar (lo tengo que llevar de un sitio a otro de vez en cuando), el MSI se haría un poco menos cómodo de llevar.

En el lateral izquierdo, mirándolo de frente, se puede acceder fácilmente a un banco para un SSD M.2 ocupado por un Transcend MTS800 de 128 GB, y un banco de memoria vacío para ampliar fácilmente a 16 ó 24 GB la memoria del equipo. Modificar a 32 GB requeriría desmontar el equipo (la tarjeta gráfica sobre todo) y cambiar la memoria que está en la cara interna e innaccesible de la placa.

En la parte superior se sitúan dos bahías fácilmente accesibles para discos de 3,5 pulgadas que se instalan en unas bandejas, una de ellas ocupada por un disco duro de gran calidad Western Digital Blue de 1 TB y 7.200 rpm con 64 MB de caché, y otra bahía para un disco de 2,5 pulgadas. Es un disco duro que se comporta bastante bien, y que combina bien con el SSD en el que viene preinstalado Windows 10 y el bloatware de MSI. En este caso no demasiado, o casi ninguno, más allá de las aplicaciones de gestión de las luces del frontal de la caja, selección de modo de la tarjeta gráfica, y poco más.

Conexiones

En el apartado de la conectividad este mini-PC cumple bastante bien. En la parte trasera incluye cuatro puertos USB 3.0, un puerto Ethernet, PS/2, dos puertos USB 2.0, un DisplayPort y un HDMI para la gráfica integrada del procesador, cinco jacks de audio, audio óptico, y la tarjeta gráfica proporciona dos conexiones DVI, una HDMI y otra DisplayPort.

La placa incluye una tarjeta Wi-Fi 802.11 ac con Bluetooth 4.2 (se puede cambiar por otra, pero toca desmontar el equipo, por ejemplo para poner una Broadcom compatible para un hackintosh). En el lateral derecho del frontal se ubican dos jacks de audio, un conector USB 2.0, y otro USB 3.0 (USB 3.1 Gen 1) con conector Type-C (una pena que no sea USB 3.1 Gen 2). En la parte izquierda del frontal se sitúa la regrabadora de DVD, para aquellos que sigan necesitando una.

Refrigeración y fuente de alimentación

La fuente de alimentación incluida es de 350 W de la marca FSP con cerficado 80 Plus Bronze. Es suficiente para mover el procesador de 65 W y la tarjeta gráfica de 165 W, y el consumo del equipo sin overclocking de la tarjeta se situará por debajo de los 230 a 250 W en cualquier situación. Hay un margen de al menos 100 W, que igual no son muchos en algunos escenario, pero aun así son suficientes para el equipo que jugando la mayor parte de las veces no superará un consumo de 180 W.

Como he comentado, la refrigeración de la CPU es personalizada, pero insuficiente porque no incluye movimiento interno de aire. Los componentes como el disco duro o SSD que se incluyan van a pasar calor en las sesiones largas de juegos, y el ventilador de la CPU y el de la fuente no son especialmente ruidosos, pero tampoco silenciosos. Hay posibilidad de instalar un ventilador en la zona inferior del frontal desmontando el equipo.

Desglose de precio

Un factor muy a tener en cuenta en este tipo de equipos preensamblados es el precio de los componentes comprados individualmente para hacerse una idea exacta de cuánto están cobrando de más debido a su diseño personalizado y único. En este caso lo que se pague de más está relacionado con su formato compacto, mejores materiales de fabricación de la caja, la placa personalizada y el sistema personalizado para conectar la tarjeta gráfica.

  • Core i7 6700: 330 euros
  • MSI GTX 970: 360 euros
  • 8 GB DDR4-2133: 45 euros
  • SSD 128 GB Transcend MT800: 70 euros
  • Disco duro 1 TB 7200 rpm 64 MB caché: 60 euros
  • Caja: 70 euros
  • Refrigeración: 50 euros
  • Fuente SFX 350 W 80 Plus Bronce de buena calidad: 50 euros
  • Placa B150M personalizada con características para juegos (audio Nahimic, chip Ethernet mejorado): 120 euros
  • Windows 10 Home OEM: 100 euros.

El coste total serían unos 1.250 euros. El sobrecoste inicial del equipo se puede situar en unos 100 euros ya que el precio del equipo es de 1.350 euros, que sería lo que debería pensar un potencial comprador de este equipo si le merece la pena gastar o no y quitarse el problema de montarse por sí mismo un equipo más grande.

Teniendo en cuenta que se suele cobrar unos 50 euros en mano de obra para que una tienda te monte un equipo, el sobrecoste real es de tan sólo 50 euros. Un usuario que le guste montarse su PC no es el objetivo de este equipo, y tampoco uno que le importe generalmente tener un equipo más o menos pequeño encima de la mesa.

Rendimiento

CPU

Intel lleva unos años, por inacción de AMD, monopolizando prácticamente el sector de los procesadores para PC. En este tipo de equipos de sobremesa pequeños y con limitaciones de temperaturas y consumos no hay cabida para un FX-8350 de 120 W de TDP, y en su lugar la única opción a día de hoy, y hasta final de año, es Intel. Gracias AMD por darle un monopolio a tu competencia.

Un ocho núcleos como el i7-6700 es una opción potente, de apenas 65 W de TDP, y con gran potencia. No es una elección totalmente necesaria en realidad para un equipo para juegos con la GTX 970, pero un i7 es una opción adecuada para un PC que deba durar un lustro o más, para trabajo intenso de procesamiento, y para los que usen máquinas virtuales, renderizado o ripear películas, entre otros.

Las dos siguientes pruebas son con Geekbench 3, para comprobar el rendimiento mononúcleo y multinúcleo. En el primer caso da un rendimiento similar al i5-4690, cuya frecuencia base es de 3,5 GHz y 3,9 GHz de turbo, frente a los 3,4 GHz del i7-6700, que además llega con el turbo hasta los 4 GHz. La potencia de los núcleos lógicos como consecuencia del Hyperthreading tienen una potencia en torno al 50 % de los núcleos físicos, pero el procesador gestiona muy bien las cargas de trabajo para que no se note y se obtengan aumentos efectivos de rendimiento.

La mayoría de los cambios de Skylake han estado centrados en el consumo y pequeñas mejoras de arquitectura, pero en el día a día no ha habido grandes avances con respecto a sus contrapartidas Haswell. En estas pruebas no se puede saber por ejemplo los efectos de Intel Speed Shift ya que se aplica a las cargas de trabajo ligeras.

Cuando ya se entra a probar trabajo de verdad y no solamente teórico como es Geekbench, en Cinebench R15 ya hay una notable mejora de rendimiento del i7-6700 sobre el i5-4690.

GPU

El modelo de GTX 970 incluido en este equipo es uno de los modelos medios de MSI. Funciona a 1102 MHz, con un turbo de 1240 MHz. Si bien el software básico de MSI incluido con el equipo no permite hacer overclocking, no hay mayores problemas a la hora de hacerlo a través de Afterburner. Algo poco recomendable si se mantiene la caja del Nightblade MI2 cerrada, pero que si se mantiene abierta no tiene mayor problema, y permite ligeras subidas de frecuencias.

Por lo demás es una típica GTX 970, con dos puertos DVI (DVI-I y DVI-D), un HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.2, alimentada por dos PCIe de seis pines. No va a haber limitación de FPS por calor debido al buen funcionamiento de los ventiladores, pero en esos casos va a hacer un ruido terrible a sus más de 2.800 rpm que pueden alcanzar. A continuación tenéis algunas gráficas comparativas de esta GPU con otros modelos.

Almacenamiento

El Nightblade MI2 incluye un SSD que viene con el sistema operativo preinstalado, y un disco duro para almacenamiento de información. Es una combinación estándar para proporcionar un alto rendimiento al equipo durante el uso del sistema operativo y lanzamiento de las aplicaciones más comunes.

El SSD es un Transcend MTS800 de 128 GB en formato M.2 2280 sobre SATA3, arrojando unos resultados buenos de lectura y un poco bajos de lectura, pero que en realidad están en la línea de lo que los M.2 en este formato y conexión ofrecen en los 128 GB. La versión de 256 GB ofrece aproximadamente el doble de rendimiento de escritura (75.000 IOPS en ve de 40.000 IOPS), y se situaría más en la línea de lo que se ofrece con los SSD en formato de disco de 2,5''.

En el caso del disco duro, es un modelo de Western Digital Blue de 1 TB con 64 MB de caché. Los resultados son bastante altos para un disco duro bastante bueno en líneas generales, con el ya consabido problema de lectura-escritura de archivos de pequñeo tamaño por los tiempos de acceso.

Consumo

En el apartado de consumo, el equipo incluye hardware muy estándar para un equipo de sobremesa, sin mirar demasiado en que sea de bajo consumo. En general es difícil que un juego haga que el equipo consuma más de 200 W, con una buena sinergia entre un i7-6700 de apenas 65 W de TDP y una GTX 970 de máximo 148 W.

Como ya he comentado, en la mayoría de las situaciones el PC no llegará a superar un consumo de 170 W. Eso es prácticamente la mitad de los 350 W que suministra la fuente de FSP con certificado 80 Plus Bronce que tiene el equipo, por lo que de potencia de fuente el equipo va sobrado. El mayor problema de esta fuente en realidad es su ruido, que no es especialmente silenciosa, y es en general el problema del equipo.

Temperatura y ruido

Este es quizás el punto más criticable, ya que MSI lo puede vender como un equipo compacto, pero nunca como un equipo silencioso. La disposición del interior hace que el aire caliente tienda a acumularse, y por tanto no es ideal para largas horas de juego o para tareas de procesamiento intenso. Algo extraño para un equipo destinado a juegos.

En juegos la temperatura de la CPU no suele superar los 50 a 55 ºC, algún caso concreto lo pone a 61 ó 62 ºC, por lo que es un sistema personalizado bien diseñado. En el caso de la GPU, su ventilador puede superar los 2.800 rpm a plena potencia, por lo que no se puede hablar de un ventilador silencioso, aunque el equipo tiene puesto por defecto que no supere los 79 ºC y lo normal es que el ventilador esté la mayor parte del tiempo entre 1400 y 1900 rpm. Afortunadamente no existe casi limitación de rendimiento como efecto del calor, por lo que se puede sacar el máximo rendimiento del equipo en todo momento porque el sistema de refrigeración es decente.

Si se quiere reducir el ruido del ventilador, y sólo podría ser necesario en los últimos juegos que hagan un uso alto de CPU y GPU con la consiguiente generación de calor, se puede optar por activar el modo silencioso de la GPU a través del software de MSI, perdiendo algo de rendimiento en el camino. O bajar el tipo de antialiasing que suele ser responsable de una parte importante del procesamiento que tienen que hacer las gráficas potentes como la GTX 970.

Parte de la solución a los potenciales problemas de calor del equipo (y así también reducir el ruido de los ventiladores) es dejarlo con la tapa quitada, que no es la más elegante pero sí la más efectiva, reduciendo notablemente la temperatura de la GPU. Al mantener la tapa cerrada los ventiladores (los dos de la gráfica sobre todo) hacen un efecto de ruido por la rejilla molesto. Además, debido a esa rejilla, parte del arie caliente le va de vuelta a la tarjeta gráfica, por lo que sube notablemente su temperatura, por lo que tiene que subir las revoluciones de los ventiladores para reducir más la temperatura, y por tanto generando más ruido. La pescadilla que se muerde la cola.

Conclusión

MSI se está labrando una gran reputación en el terreno de los equipos para juegos, que es realmente el que está empujando las ventas de equipos preensamblados y el de periféricos. Ambos con buena presencia de MSI, y por eso la compañía prefiere intentar abarcar la atención del máximo posible de potenciales consumidores.

Este pequeño equipo es para un perfil de usuario muy concreto, que no quiera equipos grandes ya sea por espacio debajo del escritorio o encima del mismo, tenga que transportar su equipo de manera habitual (por ejemplo los fines de semana al pueblo, porque un portátil con el equivalente a una GTX 970 te cuesta más de 2.000 euros), o simplemente le gusten los equipos pequeños como a mi.

El principal problema de este equipo es el calor que se acumula dentro de la caja. Para evitarlo, si se juega bastante (al fin y al cabo es un equipo para juegos), hay que dejar el equipo con la tapa quitada, aunque se puede instalar un ventilador en la parte inferior del frontal para que meta algo de aire a través de las rejillas laterales. Si se deja sin la tapa, se afea su aspecto, y de ver lo llamativo de su caja negra con el dragón rojo del frontal y las luces, se pasa a ver la caja grisácea y sus componentes internos. Se echa mucho en falta un sistema de refrigeración más silencioso para que pueda entender el propósito de este equipo.

De rendimiento el equipo es perfecto para lo que ofrece. La configuración de los modos de funcionamiento de la tarjeta gráfica es sencilla a través de la aplicación proporcionada, y la configuración de los LED frontales también. El MSI Nightblade MI2 es un pequeño pero potente equipo, aunque quizás un poco adelantado a la época dorada que está por comenzar para este tipo de PC, sobre todo con la próxima llegada de las cajas externas sobre Thunderbolt 3, porque en refrigeración y ruido deja mucho que desear.

En resumen, es un equipo con gran rendimiento de procesamiento y gráfico, muy completo de conectividad, y recomendable por los 1.350 euros que cuesta para el perfil de comprador específico que tiene.