Definir la usabilidad como “algo que hace los productos (y servicios) más atractivos, para que el usuario esté contento y así se venda más”, aprovechando para mentar el consabido ejemplo del Ipod de Apple; puede que sea una buena forma para explicárselo a tu primo pequeño o a alguien completamente profano, pero hay bastante más que eso.

¿Por qué te interesa saber (al menos lo básico) de usabilidad? Resulta evidente que la usabilidad es una materia completamente necesaria para personas relacionadas con el marketing, el aseguramiento de la calidad o la dirección de proyectos. Sin embargo, es una lástima que personas que desarrollan otros trabajos, como los orientados directamente a la implementación de un producto, como puede ser la programación; consideren igualmente evidente que la usabilidad no tiene nada que ver con ellos.

La realidad es que la usabilidad está en todas partes, desde una página web, hasta en la instrumentación médica, pasando por cómo se deben orientar y abrir las ventanas en un edificio o cómo realizar juegos educativos. Igualmente, la usabilidad debe cubrir todo el ciclo de vida de un producto ya que no podemos esperar al final para probarlo todo y darnos cuenta de que inadecuado y ningún usuario va a querer emplearlo y por tanto, adquirirlo. Pensemos que el propio código de un programa o la documentación puede ser más o menos usable según como se haya desarrollado.

Si eres una de esas personas que está metido en la pura implementación del producto te interesa la usabilidad porque:

  • Quieres ser capaz de percibir cuándo debes implementar algo que no tiene sentido, poder transmitirlo y justificarlo adecuadamente.
  • No quieres que tu desarrollo pase desapercibido por los usuarios finales, quieres defender tu trabajo y que sea percibido y valorado.
  • Quieres que tu desarrollo sea lo más útil, fácil de usar y reutilizar posible.
  • Quieres poder argumentar sólidamente tus decisiones sobre cómo realizas tus desarrollos, no solo desde el punto de vista técnico.

La usabilidad es un atributo de calidad, tener experiencia con la usabilidad significa capacidad para aportar calidad y esto es una cualidad que interesa en cualquier tipo de proyecto y en cualquiera de sus fases.

La mayor parte de la literatura sobre el tema que llega actualmente a nuestro país se centra en mostrarnos "heurísticos" de usabilidad, esto es, "consejos" sobre qué se debe y qué no se debe hacer con carácter general. La obra más conocida en este área seguramente sea "No me hagas pensar" (Don't make me think), la cuál está centrado en la usabilidad web, aunque la mayor parte de sus recomendaciones pueden fácilmente extrapolarse a cualquier otro área. Otro buen libro, bastante más reciente, este orientado al diseño persuasivo es “Evil by Design”, el cual aprovecho para recomendaros.

A pesar de que la mayor parte de estas obras son de gran utilidad, hemos de ser conscientes de que estos libros NO enseñan usabilidad como tal, solo proporcionan pautas generales y la usabilidad debe evaluarse siempre considerando usuarios específicos, con objetivos específicos y en un contexto de uso específico.

¿Son todas estas pautas generales también universales? ¿Son igualmente válidas para cualquier tipo de usuario, en cualquier contexto? ¿Son la solución óptima? ¿Merece la pena el esfuerzo en la implementación? Una de estas pautas puede ser "No lanzar mensajes de error invasivos al usuario, ya que pueden resultar desagradables y degradar su experiencia de uso.", la siguiente imagen muestra un claro ejemplo de lo que no se debería hacer.

Un mensaje de error bastante exagerado.

Resulta evidente que lanzar ese mensaje de error a un usuario por insertar mal su contraseña carece de sentido, pero ¿y si cambiamos el contexto? Pensemos ahora en la interfaz de una máquina que prepara la dosis de un medicamento y observemos la figura 3.

Si cambiamos el contexto, cambiamos el concepto de “exagerado”.

Dado que en este caso el fallo del usuario podría suponer un gravísimo problema al paciente, seguramente interese ser “invasivo”, aunque le resulte desagradable al personal que esté manejando el software. Gracias a este ejemplo podemos ver que además de mejorar las ventas, la usabilidad puede igualmente conseguir realizar productos más seguros o que mejoren la productividad de quién los emplea.

Lograr entender esta especificidad y obrar en consecuencia para conseguir los objetivos de la forma más eficaz y eficiente posible no es tarea fácil. Para poder pensar por nosotros mismos y tomar nuestras propias decisiones en base a la situación específica en la que nos encontremos, es necesario saber preparar y emplear las distintas técnicas que existen para evaluar la usabilidad, así como conocer como analizar sus resultados.

Para que seáis capaces de esto, desde el grupo de investigación Information Engineering Research Unit, de la Universidad de Alcalá, se ha desarrollado un curso de Extensión Universitaria sobre Usabilidad, para que todo el mundo (universitario o no) pueda adquirir la experiencia básica en esta materia, de forma completamente práctica, centrándose en el trabajo con las técnicas, introduciendo la parte teórica en únicamente tres sesiones presenciales, pudiendo realizar el resto del curso completamente a distancia. Si estás interesado, aquí tienes toda la información (http://www3.uah.es/cultura/index.php/actividades-culturales/cursos-de-extension-universitaria/details/252-introduccion-a-la-usabilidad).