Llevaba ya mucho tiempo Apple sin renovar el diseño de los iMacs, y realmente en esta ocasión ha sorprendido gratamente. Una de las pocas sorpresas que hubo ayer en la conferencia que lideró Tim Cook. Con tan solo 5 milímetros de grosor en su zona externa, este iMac es el todo-en-uno más delgado del mercado.

El nuevo iMac ya está finalmente disponible para comprar, y hay un vídeo de su unboxing para que os hagáis una idea de cómo es.

Especificaciones y características

Dicho esto, las especificaciones del iMac de 21,5 pulgadas son realmente fantásticas: Core i5 Ivy Bridge a 2,7 GHz, 8GB de RAM, Nvdia GeForce 640M de 512 MB, cámara HD. Sobre conectores tiene los habituales, actualizados: 4 entradas USB 3.0, 2 entradas Thunderbolt, lector de tarjetas SD, auriculares, Ethernet. Para algunos será una gran pega que hayan quitado el lector de DVDs. Pero teniendo en cuenta que te puedes comprar uno de cualquier marca externo por 25 euros, los beneficios del grosor de 5 milímetros están por encima de un lector de DVDs que está cayendo en desuso. Yo llevo dos o tres años en los que sólo he necesitado una vez leer uno, y para nada importante. Eliminar los lectores me pareció una decisión acertada en el Mac Mini del año pasado y me lo parece ahora con el iMac.

La versión de 27 pulgadas es todavía más potente. Su configuración básica es un Core i5 Ivy Bridge a 2,9 GHz, 8 GB de RAM (y a diferencia del modelo de 21,5 pulgadas, tiene cuatro bahías de memoria accesibles desde la parte trasera), y misma cámara y conectores. La tarjeta gráfica es un Nvidia GeForce 660M, que no está mal aunque no sirve para jugar con todo lujo de detalles, pero la versión mejorada del iMac tiene en su interior la GeForce 675MX, una renovación de la 675M que Nvidia ha lanzado al mercado disimuladamente. Y se puede optar por una GeForce 680MX, solo para los más exigentes. Y esta tarjeta sí que sirve para jugar con todo lujo de detalles (aunque esto de jugar a muchos de los compradores de un iMac les dará igual).

Hablando de la novedad fundamental, la pantalla, se trata de una nueva innovación tecnológica que nos proporciona un monitor de calidad para profesionales, en el que los colores son mucho más vivos y el negro mucho más negro. En parte lo consiguen porque sus pantallas son retroiluminadas por LED, son IPS, y que han reducido (según dicen) un 75% los reflejos de la pantalla. También tiene que ver con que el vidrio y la pantalla LCD están pegadas sin dejar espacios.

La segunda gran novedad es que tendremos la opción de configurar el iMac con un nuevo tipo de disco duro denominado Fusion Drive. Una parte del disco duro es una memoria flash como los SSD de 128 GB, y la otra un disco duro tradicional de 1TB ó 3TB. En principio el disco duro moverá de un tipo de disco duro a otro las aplicaciones y ficheros que más o menos utilicemos, dejando en el SSD los que más estemos utilizando. También estará en este instalado el sistema operativo, con lo que se gana en velocidad de arranque y de las tareas que tienen que ver con el sistema operativo en sí (como configurar las preferencias del sistema). Esta organización automática no parece nada novedoso ya que en el terreno de los servidores hay soluciones similares, pero hasta que no se pongan en circulación las primeras unidades con Fusion Drive no sabremos exactamente cómo lo hace.

Desmontaje

Por supuesto, no todo el iMac mide cinco milímetros. En la parte trasera del todo-en-uno hay un abombamiento, como en la generación actual, en el que lleva las tripas del equipo. Se pueden ver bien las tripas del equipo una vez quitada la pantalla. Tiene unos pocos centímetros de grosor (calculo que unos cinco), pero aun así Apple ha conseguido reducirlo a un tamaño ridículo con respecto a la competencia.

No me gustó durante la presentación del iMac que no mostraran más detalladamente el ordenador de lateral, porque mucha gente se ha llevado la falsa sensación de que todo el ordenador es ultrafino. Y obviamente no podía ser así. Pero en unos años, quién sabe.

Comparando todos-en-uno

El gran problema de estos iMacs es el precio. La generación anterior partía en los 1200 euros, y esta se pone en los 1380. ¿Merece la pena por sus características gastarse todo ese dinero en un todo-en-uno de 21.5 pulgadas? Veamos qué aporta algunos ordenadores de la competencia, como los de Dell.

El Dell de 27 pulgadas XPS One 27 (misma resolución que el iMac 27'', 2560x1440), con pantalla táctil, posee un procesador Core i7, gráfica GeForce 640M, 2TB de disco duro y 8 GB de RAM. Su valor de venta es de 1999$ (cobran aproximadamente 200 euros más por la pantalla táctil, según se puede comprobar en la tienda de Dell). Sin la capacidad táctil de la pantalla, el precio sería de 1799$. El equivalente iMac de 27 pulgadas, Core i5, gráfica GeForce 660M, 8 GB de RAM y disco duro de 1 TB son 1799$. Si bien puede ser más caro el Dell por el procesador, una GeForce 660M es bastante mejor (y más cara) que la 640M.

Por otra parte, el Acer Aspire 7600U cuenta con procesador Core i5, 8GB de RAM, gráfica Nvidia 640M, y una pantalla multitouch de 27 pulgadas de 1920x1080. ¿El precio? Unos excesivos 1900 dólares (pongamos 1700 quitando las capacidades táctiles), lo cual parece un poco excesivo.

Puede que me haya dejado algo en la comparativa, aunque personalmente no creo que el iMac sea un todo en uno caro, pero es caro porque es un todo en uno. Estamos acostumbrados a montarnos un ordenador casero de 600 euros que sea muy potente, otros 150 en una pantalla de 21 pulgadas, pero que es a la vez muy ruidoso y ocupa mucho espacio. En los todo en uno tendremos que valorar si nos merece la pena gastarnos una cantidad bastante mayor por ellos para ahorrarnos espacio y ruido, y ahí ya depende del bolsillo de cada uno. A mi el Dell XPS One 27 me gusta mucho, y este nuevo iMac también.