Análisis: SPC Boost Pro review en español

Los auriculares para deporte suelen recurrir a un clip para fijarse, pero si eso se combina con un diseño de sonido abierto el resultado es que uno no se aísla del entorno, lo cual es lo mejor para evitar accidentes o problemas al correr por ciudad. Pero los Boost Pro de SPC también ofrecen un sonido bastante bueno, por lo que resultan un modelo interesante para cualquier público.

Desembalado

Los Boost Pro de SPC llegan en una pequeña caja blanca en cuya parte posterior se muestra alguna información sobre sus características. Al abrirla se verá el estuche con los auriculares protegido con una capa de papel, un manual de usuario, una guía de inicio rápido y un aviso de que pueden estar conectado al mismo tiempo a dos dispositivos Bluetooth distintos.

El estuche de transporte y carga es de pequeño tampoco, pero tampoco mucho debido a la forma de cada intrauricular. En la parte superior está el logo de SPC, en el lateral derecho hay un puerto USB-C para su carga —se recomienda un cargador de 5-10 W—, y en la parte inferior hay indicaciones de su fabricación —diseñador en Vitoria (España), hechos en China, como toda la electrónica hoy en día—. El estuche tiene un botón que devuelve los auriculares a los ajustes de fábrica.

Tienen formato de clip, aunque al ser unos intrauriculares abiertos no están diseñados para quedar justo sobre el canal auditivo, sino que quedarán en la parte superior de la oreja. El transductor apunta hacia abajo, en la dirección del canal auditivo, pero está a cierta distancia de él. Este diseño suele afectar a los graves, más que unos circumaurales abiertos, pero de ello hablaré en el siguiente apartado.

Me han resultado cómodos de llevar durante varias horas seguidas, aunque reconozco que al llevar gafas me han resultado un poco menos cómodos de para lo que están diseñados. En el otro extremo del clip hay una especie de contrapeso algo más abultado para permitir que se fijen bien y no sean fáciles de mover. Además, están hechos a prueba de agua, con certificado IPX4, que es básicamente a sudor. Se puede ver en la cabeza de cada auricular la abertura del micrófono y otras para la salida de presión.

Características

SPC ha sido parca en detalles técnicos, pero se puede intuir unas características estándar en el apartado de los transductores que se incluyen. En este caso, la conexión Bluetooth solo implementa el códec SBC, el básico, y añade los perfiles A2DP, AVRCP, HFP y HSP, por lo que se pueden usar para contestar llamadas, controlar la reproducción de sonido, y activar el asistente de voz del dispositivo emparejado, como Siro o el Asistente de Google.

La calidad del sonido es por lo general buena, pero en la zona de los graves por debajo de los 200 Hz puede notarse una falta de fuerza creciente. Las canciones que se centren en los subgraves salen mal paradas. Canciones como Blood || Water de Grandson quedan desvirtuadas, e incluso ciertas canciones de rock, como muchas machaconas de Metallica, pierden cierta gracias. Al repasar sus imprescindibles, hay veces que espero escuchar ciertos sonidos de batería o graves en general que no se llegan a producir, y hace que extrañes las canciones.

Eso se debe al diseño abierto, que los graves pierden de por sí fuerza, y a que el sonido está más alejado del canal auditivo. Pero dejando eso a un lado, las frecuencias medias y altas están muy bien representadas para el tipo de auriculares que son. Se echaría en falta una aplicación de configuración para gestionar algunos parámetros básicos del sonido, micrófono y demás, pero tampoco es imprescindible. Aquellos que quieran ecualizar el sonido, pueden recurrir a otras aplicaciones.

En cuanto al micrófono, siendo omnidireccional tampoco es que se pudiera esperar una gran calidad. Se escucha bien, ligeramente enlatado, pero elimina bastante bien el ruido que se suele introducir en este tipo de micrófonos que captan la voz tan alejados de la boca. Es un apartado bien cubierto, aunque en días de viento podrían generar más ruido del deseado.

Por último, la autonomía está bastante bien. Los he usado en sesiones de cuatro o cinco horas, y han solido quedarse en torno a la mitad de batería. Suelo poner el volumen bajo, en torno al 25-30 %, pero en este caso he tenido que ponerlos en torno al 50-60 % porque de otra forma se escuchan bajos. Y a pesar de ese nivel, desde fuera se escuchará poco. Si se tiene alguien al lado, solo notará un susurro de fondo, sin llegar a escucharse claramente el sonido.

Conclusión

Los Boost Pro son unos auriculares interesantes para los que no quieren ir distraídos por la calle. Pero los intrauriculares de diseño abierto como estos suelen tener siempre algunos problemas en el terreno del sonido, o uno, la falta de fuerza en los graves. Por el diseño específico de estos auriculares se pierden un poco más de lo normal, por lo que las canciones más machaconas pueden perder mucho en calidad si se centran mucho por debajo de los 100 Hz. Los transductores hacen un intento por mejorar los subgraves, pero al final se pierden.

Aun así, la calidad del sonido es bastante buena, tanto en las frecuencias medias como en las altas, además de por encima de los 100-150 Hz. Al final suele ser habitual en este tipo de auriculares, aunque se echa en falta para muchas canciones que tuviera unos graves un poco más potentes. Pero con un diseño abierto es más complicado conseguirlo. Aquí lo importante es colocarlos correctamente, pero sin forzar que quede sobre el canal auditivo.

La calidad de los micrófonos es correcta, y aporta la calidad habitual de este tipo de micrófonos omnidireccionales alejados de la boca. Añaden ruido debido a la distancia al foco de la voz, pero la cancelación de ruido incluido por SPC hace un trabajo correcto. Se podrá escuchar al usuario sin problemas, con un ligero ruido no molesto, como es habitual.

Por lo demás, los auriculares aportan una autonomía correcta. Suelen ser cómodos de llevar durante horas, aunque pueden molestar antes de tiempo cuando se usan con gafas. Quizás tengan cierta competencia en su punto de precio, pero son un producto interesante y de buena calidad.