Corsair ha ido poco a poco extendiendo su rango de acción metiéndose en más sectores, y el último es el de los portátiles. El primer modelo es el Voyager a1600 AMD Advantage que como el nombre indica incluye tanto una CPU como una GPU de AMD. Esto le da acceso a tecnologías adicionales como SmartShift y acceso inteligente a memoria (RBAR), y en general es un equipo que tiene una pinta estupenda, y hasta cierto punto intenta innovar con él, aunque tampoco mucho.

El equipo tiene un tamaño de 356 mm × 286.7 mm × 19.9 mm y pesa 2.4 kg. Se va a vender en dos modelos cerrados, ambos con la misma Radeon RX 6800M y pantalla de 40.6 cm de diagonal tipo IPS con resolución de 2560 × 1600 píxeles y refresco de 240 Hz. El modelo con un Ryzen 7 6800HS tiene 32 GB de DDR5-4800 con 1 TB de SSD tipo PCIe 4.0, mientras que el modelo con un Ryzen 9 6900HS tiene 64 GB de RAM con 2 TB de PCIe 4.0.

El Voyager a1600 incluye dos USB 4 compatibles con Thunderbolt 3 (vídeo, carga y DisplayPort 1.4), un USB-C, un USB 3.0, y toma de audio de 3.5 mm. No hay un HDMI, recurriendo por tanto a los dos USB 4 para conectarle un monitor externo, que en pleno 2022 no me parece ni bien ni mal. Personalmente prefiero los USB tipo C, pero esto no evita tener que llevar adaptadores a todas partes. El Voyager a1600 también tiene Bluetooth 5.2 y wifi 802.11ax-2021 (Wi-Fi 6E).

Corsair no se ha olvidado de dotarle una buena batería de 99 Wh. El teclado incluye interruptores MX de perfil ultrabajo con sensación mecánica e iluminación RGB personalizable por tecla. Hay una cámara web que graba vídeo a FHD y 30 f/s. Hay un estrecho panel informativo pro encima del teclado con diez teclas para atajos adicionales y personalizables. En principio para directos, ya que está potenciado por el programa Stream Deck de Elgato, y beneficiándose de cuatro los micrófonos integrados para esas retransmisiones.

El modelo con un 6800HS cuesta 2700 dólares, mientras que el modelo con un 6900HS cuesta 3000 dólares.