El mercado de los teclados mecánicos está muy concurrido debido al abaratamiento de lo más caro que incluyen, los interruptores, y además de a los principales fabricantes hay que prestar atención a lo que hacen los fabricantes de segunda fila. Entre ellos hay una miríada de fabricantes de ámbito local, y alguno que puja por saltar a la escena internacional como la sueca Xtrfy —a la cual la compraría alguna vocal para poder pronunciar su nombre—.

No es una empresa nueva, y de hecho el K4 RGB TKL que analizo en el presente artículo es una suerte de cuarta versión, y además está basado en su hermano mayor K4 RGB. La diferencia está en el tamaño, que este modelo analizado es un compacto y el otro uno extendido, pero igual de interesantes.

Desembalado y características

Para vender un teclado mecánico no se necesitan grandes empaquetados y por eso Xtrfy se atiene a lo mínimo —como casi todas las compañías—. La caja está enfundada en un cartón y sellada con celos, y en el interior de la caja el teclado está embalado en plástico y sujeta por dos piezas de poliuretano. Al sacar el teclado se puede ver una pequeña guía rápida para usar el teclado y una pegatina con el logo de la compañía.

El K4 RGB TKL tiene un tamaño 356 mm × 141 mm × 39 mm y un peso de 1050 g. De tamaño no está mal ya que no cuenta casi con marco en torno a las teclas, pero se me hace un pelín más alto de lo que podría beneficiar a un uso continuado tecleando. No es el sector al que está orientado, por lo que no es tampoco algo negativo. No se incluye reposamuñecas, y de todas formas estos modelos no lo suelen tener.

K4 RGB TKL de Xtrfy
Dimensiones356 mm × 141 mm × 39 mm
Peso1050 g
ConexiónUSB
Cable2 m
InterruptoresKailh rojos
Disposición de tecladoEspaña
Detección individual de teclas
Extrasiluminación RGB por tecla
PVPR99 euros
PVP92.95 euros (ago. 2020)

El peso es quizás algo superior a lo que podría ser un teclado de este tipo, pero eso también beneficia a que no se mueva de su sitio. La parte inferior tiene varias almohadillas de goma antideslizantes, y no es algo que haya visto que resulte un problema. Para los que necesiten subir un poco el teclado, las patas permite solo una posición adicional de elevación.

Las teclas reposan sobre una base rígida de acero y cuenta con espacio alrededor de las teclas para potenciar el color RGB de las mismas. El brillo máximo es bastante alto y por tanto se ve perfectamente la iluminación incluso en zonas con mucha iluminación. Se puede regular a través de la tecla Fn en combinación con las flechas de cursor. Esa iluminación ARGB tiene varios efectos predeterminados entre los que se puede cambiar, así como modificar la velocidad. El más llamativo de todos es el efecto arcoíris, que es además el que suelo dejar en los teclados que uso —me gustan los clásicos—.

El teclado incluye interruptores Kailh de tipo rojo, que emulan a los MX rojos y por tanto son lineales —no se nota el punto de actuación, sin clic sonoro—, y precisan de una fuerza de actuación de 50 gf, algo más que los MX pero dan una sensación prácticamente igual. Podéis ver a continuación un vídeo con el sonido que hacen estos interruptores mientras se teclea. Las teclas disponen de seguidilla completa (n-key rollover) por lo que puede detectar cualquier número de teclas pulsadas simultáneamente.

La disposición del teclado es española, y en eso Xtrfy ofrece en su página web las disposiciones más habituales a nivel europeo, aunque en realidad solo cambie el grabado de las teclas en sí. El teclado incluye una barra espaciadora algo más dura que el resto de teclas (lo habitual) con el logo de la compañía, y también está el logo encima de los cursores. El cable de conexión al equipo tiene una longitud de 2 m y está forrado de tela trenzada, terminando en un conector USB 2.0.

Firme, fiable y muy iluminado

Xtrfy no es la marca de la que se suele oír hablar a nivel internacional, pero está dejando claro que sabe hacer teclados, y cada vez mejores. El K4 RGB TKL es un modelo compacto, y es un formato que personalmente prefiero por temas de ergonomía. El teclado numérico fue un invento para contables, pero en el día a día no lo uso ni lo necesito, y para escribir unos pocos números no tengo mayor problema en usar la hilera principal de números del teclado. A cambio gano menos recorrido al mover la mano hasta el ratón y una mejor posición de hombros.

Este formato compacto también se le llama «de torneo» porque es buscado por los jugones que van a eventos y torneos, por lo que en realidad echo en falta que el cable se pudiera quitar para facilitar el transporte. Pero no es a ellos a quien está dirigido el teclado sino al jugón genérico, y beneficia también a aquellos que quieren un teclado que ocupe menos en el escritorio.

La calidad de fabricación es buena, y es un teclado algo pesado hecho en plástico y acero. No es tan llamativo como los que usan un soporte para las teclas de aluminio, pero en ningún caso se puede decir que sea un teclado feo; es bastante estándar. La iluminación es muy llamativa, aunque el tirón de orejas a Xtrfy es por no tener un programa de configuración para poder configurar más fácilmente la iluminación por tecla, porque los modos predefinidos me parecen escasos.

La sensación de tecleo es muy buena, o más bien dentro de lo esperable. Las teclas en sí son de plástico y las inscripciones van por dentro de la tecla, por lo que no se va a notar nada al pulsarlas. Quizás por el precio en el que se mueve el teclado, los 100 euros, habría sido mejor proporcionarlo con unos interruptores MX rojos, pero eso es algo que lo notarán quienes estén acostumbrados a los MX. Se nota cierta diferencia de uso entre los Kailh rojos y los MX rojos, pero no es nada que evite que ambos son lineales y casi con la misma fuerza de actuación.

En general el teclado es bueno, tiene ahora un precio mejor en tiendas —sobre los 90 euros—, y va a lo esencial de este tipo de teclados. No tiene controles multimedia dedicados ni para macros sino a través de la tecla Fn, pero en lo que respecta a los juegos tiene un comportamiento excelente. No tiene en realidad nada para destacar sobre su competencia, pero ofrece el valor suficiente para ser un teclado mecánico con interruptores rojos de 90 euros. El teclado también está disponible en color blanco, que tiene más salero que el muy visto color negro.