Sony ha reorientado su negocio a dar más flexibilidad a la división de PlayStation y productos asociados, porque si tuviera que obtener beneficios de su división de telefonía lo tendría bastante negro. En el último trimestre Sony ha conseguido vender otros 3 millones de PlayStation 4, con lo que la cifra acumulada ya supera los 25 millones de unidades.

La competencia tiene unas cifras acumuladas de en torno a los 15 millones de Xbox One y, con un año más a la venta, 10 millones de Wii U. Si bien las ventas han sido buenas y la división de juego y servicios de red ha generado unos beneficios de 160 millones de dólares, la división de telefonía ha supuesto unas pérdidas de 188 M$.

Los ingresos totales de la compañía incluyendo todas las divisiones fueron de 14.820 M$, y los beneficios se limitaron a 985 M$. No son malos resultados, pero supone un estancamiento en ingresos con respecto a 2014, y las ventas de teléfonos bajaron un 16,5%, por lo que es la división en la que Sony debería tomar medidas de manera urgente.