La compañía china OnePlus no para de poner a sus teléfonos el apelativo de matainsignias, y aunque es discutible que lo sean, no se puede negar que en esta segunda iteración han pulido ciertas asperezas que existían en el primer modelo, con una buena mejora de hardware.

El diseño del OnePlus 2 se mantiene en la misma línea que la del One, con tapa trasera removible (aunque la batería no lo sea) y que se puede elegir entre bambú, negro, madera y Kevlar. El marco es de metal, y se ha mejorado la sensación en la mano del teléfono aunque sus dimensiones de phablet se han mantenido, por lo que no es un teléfono para cualquier usuario.

Hardware

El hardware del teléfono es una actualización del OnePlus One, con un procesador Snapdragon 810 . Ponen la atención en que es la versión 2.1 del procesador (funcionando a 1,8 en vez de a 1,96 GHz), en el que los problemas de sobrecalentamiento ya estarían solucionados. Habrá dos versiones: una con 3 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno, y otra con 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento.

La pantalla sigue siendo de 5,5 pulgadas con resolución 1080p (buena combinación para una batería de 3.300 mAh), y por los vídeos que van apareciendo diría que tiene un ligero toque azul en su calibrado que habrá que observar para que no se repitan los problemas iniciales del One, aunque fuera en ese caso con el amarillo.

La cámara se mantiene en los 13 megapíxeles pero incluye esta vez autofoco port láser, estabilización óptica de imagen, apertura f/2.0 y un tamaño de píxel de 1,3 µm. Grabar vídeo a 4K UHD, y en cámara lenta a 120 fps y 720p. La cámara frontal es de 5 megapíxeles para selfis.

En el lateral izquierdo tiene un interruptor de tres posiciones para controlar las notificaciones. En la parte inferior mantiene el conector USB Type-C con USB 2.0, y el botón de inicio dobla función como lector de huellas dactilares.

OnePlus no ha incluido en esta phablet conectividad NFC (alegan que casi nadie lo utilizaba en el One, lo cual no me extraña), y tampoco tiene soporte a carga rápida o inalámbrica, dos desaparecidos con los que difícilmente se puede calificar a este teléfono como un matainsignias. Tampoco incluye lector de tarjetas microSD, aunque sí que tiene doble ranura SIM.

En el apartado del sistema operativo incluye Oxygen OS, basado en Android 5.1 como una capa de personalización que ha sustituido completamente a CyanogenMod.

Disponibilidad y precio

La versión con 64 GB de almacenamiento estará disponible en Europa y EE. UU. a partir del 11 de agosto por 389 dólares o 399 euros. La versión de 16 GB costará 329 dólares o 339 euros. El mayor problema que le veo es que durante el próximo año el precio del teléfono se mantendrá a esos 339 ó 399 euros, y ahora llega el punto gris.

Mantienen el sistema de invitaciones, pero supuestamente habrá más unidades a la venta desde un principio. También crearán una lista de reservas para todos aquellos que no puedan hacerse con una invitación. Así que mantener un buen hardware y un buen precio no sirve de mucho si los consumidores no pueden comprar cuando quieran al teléfono.