Estamos en 2015 y finalmente las conexiones 4G son ya un estándar en la mayor parte de los países. Una reducción en el coste de los equipos 4G y la finalización de la adaptación de las redes de las operadoras a esta tecnología las convierte en muchas partes del mundo en imprescindibles para tener un acceso a internet móvil adecuado.

Pero en cinco años las redes 5G se van a comenzar a implantar si los trabajos de estandarización siguen según lo previsto. La idea inicial es que permitan conexiones móviles de hasta 20 Gbps (2,5 GB/s), por lo que serán realmente rápidas, y posiblemente no estén al alcance de todos.

Alta velocidad, pero no necesariamente para el usuario final

Este tipo de tecnología en realidad no están pensadas para el usuario final. Con un creciente número de dispositivos conectados en todo el mundo, no sólo dispositivos inteligentes con un usuario utilizándolos, es necesario conexiones rápidas para transmitir por el aire cuanta más información por segundo mejor.

Esto podría permitir a un tren de alta velocidad conceder a sus pasajeros de una red Wi-Fi pública haciendo la salida por una conexión 5G, tan pronto como en 2020. Al menos si la hoja de ruta de la ITU (Unión Internacional de Telecomunicaciones) para la finalización de los trabajos de pruebas y documentación de esta tecnología de comunicaciones terminan a tiempo.

La primera demostración pública de esta tecnología llegaría en 2018 durante los juegos olímpicos de invierno de Pyeongchang. Por el momento empresas como Samsung ya han superado una velocidad de 7,5 Gbps de transferencia en sus pruebas de campo.

Vía: ZDNet.