El próximo lanzamiento de los procesadores Core de 13.ª generación va a traer un nuevo incremento de potencia mononúcleo con lo cual empiezan a dejar de tener sentido las versiones K. Quizás aprovechen un poco más las tarjetas gráficas más potentes bajo ciertas condiciones, pero para el común de los jugones no aportan ventajas reales. Por eso el Core i9-13900 puede ser más interesante aún que el Core i9-13900K.

Por un lado está el hecho de que será un procesador con un consumo base de 65 W en lugar de uno de 125 W. Por otro, porque aparentemente Intel le va a dar un empujón a la frecuencia turbo hasta prácticamente los 5.6 GHz si es que lo que se ha visto en Geekbench es cierto. El procesador en sí sería de 8 núcleos P y dieciséis núcleos E, o un total de 32 hilos de procesamiento. Eso suena muy bien para los profesionales que lo puedan necesitar, con un consumo máximo que debería situarse sobre los 200 vatios como ocurre con el Core i9-12900.

En Geekbench 5 llegaría hasta los 2130 puntos mononúcleo y los 20 131 puntos multinúcleo, que lo situaría por encima del rendimiento del Core i9-12900K, y para el caso que los supuestos valores del Core i7-13700K. Así que los modelos K cada vez van a tener menos sentido, sobre todo el sobrecoste que tienen frente a los modelos no K.

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Vía: Videocardz.