Todo comenzó hace más de 25 años en un sótano, donde unos chavales aficionados a los juegos de mesa y de guerra inventaron un juego para pasar la tarde. De ahí nacería Warhammer, uno de los juegos de miniaturas más famosos del mundo, que no solo ha derivado en otros muchos juegos de mesa, si no también en cartas, películas y por supuesto videojuegos.

Desde los 14 años he sido un apasionado de Warhammer (Warhammer Fantasy en mi caso) y he manejado un ejército del Caos con más ilusión que estrategia. Desde los 14 años he consumido todo lo que he podido acerca de un mundo imaginario que me cautivó desde el primer momento, libros de ejército, relatos, literatura y por supuesto videojuegos.

No es la primera vez que se intenta llevar tal cual el estilo de juego de las miniaturas de la Games Workshop al PC, comenzando por Warhammer: Shadow of the Horned Rat al que no he tenido ocasión de jugar, y seguido por Warhammer Mark of Chaos, al que recuerdo como una gran decepción por su pésima jugabilidad. Ya os adelanto que Total War: Warhammer por suerte, no se parece nada al anterior juego.

Todo el Viejo Mundo en tu ordenador

Creative Assembly es una veterana de los juegos de estrategia gracias a su experiencia con la saga Total War, y Sega tiene los derechos de la vertiente fantástica de Warhammer y además es propietaria de la primera. Blanco y en botella, era cuestión de tiempo que Total War: Warhammer viese la luz ya que no hay dos elementos que casen tan bien como Warhammer y la estrategia, y en este juego hay inmensas cantidades de ambas.

Lo primero que me gustaría destacar del juego es la impresionante recreación del universo de Warhammer que se ha llevado a cabo para la ocasión. La geografía, la magia, los héroes, los nombres, las unidades, todo está en Total War: Warhammer tal y como está en el juego de mesa. Si como yo sois aficionados al juego, pero sobre todo a su trasfondo, este juego literalmente entrará directo a vuestros favoritos y disfrutaréis de cada evento, de cada nuevo personaje, de cada escenario histórico en el Viejo Mundo, y no pararéis de reconocer todo lo que sale en el juego.

El juego base cuenta con cuatro razas jugables: Imperio, Pielesverdes, Enanos y Condes Vampiro. Bretonia aparece y se puede jugar con ella, pero no tiene campaña propia, y en forma de contenido descargable están Caos y Hombres Bestia, que sí que cuentan con campaña propia. Como veréis faltan un montón de razas, y cuando se le ha preguntado a Creative por ellas simplemente han dicho "esperad".

El núcleo del juego es sin duda la campaña. Se puede elegir cualquiera de las razas antes mencionadas (excepto Bretonia), y comenzar tu propia historia como general del mundo de Warhammer. Como he advertido antes, la recreación de cada ejército es increíble y no solo en el campo de batalla, a lo que llegaremos después.

Evidentemente no se asemeja nada la campaña de los disciplinados pero testarudos enanos, donde la diplomacia y el comercio tendrán mucho que ver, en comparación con manejar un caótico ejército de orcos, donde tener el ejercito más grande y arrasar con lo que pilles será tu principal interés en la campaña. Cada raza tendrá unos objetivos acordes a su trasfondo, y tu relación con los demás variará según tu ejército (aviso: no esperéis hacer muchos amigos con el caos o los orcos).

Dentro de cada campaña habrá un profundo sistema de gestión de ciudades, unidades, investigación y desarrollo de tecnologías, creación de edificios, héroes y comandantes que será decisivo dominar para llegar a buen puerto. La economía de tu ejército y tus ciudades, el comercio con otras razas o comandantes, y la diplomacia con otras regiones, y los asaltos a fortalezas y batallas contra los enemigos serán fundamentalwa para crecer.

De hecho este es uno de los puntos negros que he encontrado en el juego, conozco Warhammer pero soy nuevo con Total War y he echado en falta más tutoriales o indicaciones para aprender todo sobre este sistema. Al final esta falta de conocimientos se ha traducido en tener que comenzar varias veces una misma campaña según ganabas experiencia y te dabas cuenta de los errores que estabas cometiendo, como la vida misma solo que en el mundo real no hay botón de cargar y guardar. Y a pesar de ello, cada turno los ejércitos controlados por la máquina se comportaba de una manera diferente cada vez, lo que complica o hace más interesante cada campaña.

¡Caballería, cargad!

Por supuesto no todo va a ser mover a tu general por el mapa y controlar la economía. Por supuesto as batallas serán la otra gran parte del juego. No os engaño si os digo que Assembly a cogido las batallas del juego de mesa y literalmente las ha puesto en el juego. Absolutamente todo es como en el juego; aquí es donde comienza la estrategia de verdad, y si habéis jugado os sonará mucho esto que viene a continuación.

Cada batalla comenzará con una fase de despliegue de unidades donde habrá que situar a las unidades en el mapa acorde a una determinada zona (excepto para ciertas unidades). Tras ello comenzará la batalla y habrá que empezar a dar las órdenes en tiempo real, aunque se podrá pausar la batalla (solo contra la máquina) para pensar en los siguientes movimientos. Es fundamental conocer el terreno de batalla, a tu ejército y conocer a tu enemigo ya que cada unidad tiene sus estadísticas particulares de fuerza, defensa, liderazgo, etc, además de habilidades especiales, por lo que hay pensar qué unidad es buena para luchar contra qué, y os aseguro que tendréis donde elegir en cada ejército.

Habrá cargas, habrá flanqueos, habrá pérdidas de liderazgo por las cargas por la espalda, habrá emboscadas, habrá magia (y qué magia) la cual variará su poder en función de los aleatorios vientos de la magia, habrá objetos mágicos, habrá unidades que huyan y que se reagrupen, habrá psicología y unidades que causan miedo y terror. Todas las tiradas de dados del juego original quedan ocultas en el fragor de la batalla en tiempo real y vosotros tan solo tendréis que dar órdenes de movimiento y ataque. Es importante destacar también la interfaz, que ofrecerá todo tipo de información de, desde estadísticas a movimientos y disparos, aunque cuando se juntan muchas unidades resulta un poco confuso.

Lo que sí es diferente respecto al juego de mesa, es la velocidad de las batallas y se agradece mucho. En el juego original muchas unidades se quedaban estancadas por limitaciones de movimiento que aquí no habrá. Se podrán mover unidades a través de otras unidades amigas, se podrán separar unidades del combate y otras opciones que ofrecen un combate mucho más dinámico (y divertido en mi opinión) respecto al original.

El juego cuenta también con la posibilidad de crear campañas cooperativas online, recrear batallas históricas del mundo de Warhammer y crear partidas rápidas de hasta cuatro jugadores contra otros cuatro, contra la máquina o con amigos por Internet. Estas batallas tendrán un límite de oro para cada ejército, para crear bandos equilibrados, con el que deberán reclutar sus unidades, objetos mágicos y monturas para tus héroes y comandantes. Además se permitirá guardar la repetición de cada batalla para estudiarla o recrearte en la victoria.

Estrategia de la mejor calidad

Respecto al apartado visual y sonoro, Cretive Assembly ha logrado una vez más recrear los aspectos de las ilustraciones y miniaturas a la perfección, y será fácil reconocer a los héroes y armas más famosas. Los escenarios serán enormes y variados, tanto en aspecto como en opciones estratégicas, y por supuesto preciosos. Las voces están en español excepto en el combate que están en inglés, los textos están completamente traducidos al español, y la música acompaña lo épico de las batallas. Cada unidad tienen animaciones únicas, incluso entre soldados de la misma, lo que da la impresión de estar realmente ante un ejército vivo y variado, y no manejando robots.

En el apartado gráfico, no voy a entrar en detalles técnicos, pero en mi PC (i7 4790K, GTX 970, 8 GB de RAM), el juego funciona fluido en calidad ultra, a una media de 50 y 60 FPS, aunque las caídas pueden llegar hasta los 30 o 20 FPS en momentos puntuales en los que se juntan muchas unidades (cientos de soldados en pantalla), pero por lo general el juego debería funcionar en casi cualquier equipo ajustando la calidad gráfica. Pero donde flaquea la optimización del juego es en los tiempos de carga antes y después de las batallas, los cuales se hacen interminables.

Dejando la afición por Warhammer a un lado, se trata de un juego muy completo, con un sistema de gestión y estrategia muy profundo y que promete dar muchas horas de juego tan solo con el juego base (esperad una buena cantidad de razas por DLC), e infinitas gracias al modo online, y que además cuenta con soporte oficial para mods. Quizás no diría que es el mejor juego para iniciarse en la estrategia en tiempo real debido a su complejidad en ciertos momentos, aunque el modo fácil y la repetición, harán que logréis la maestría rápidamente.

Total War: Warhammer es un juego obligatorio si eres jugador del juego de miniaturas, porque vas a encontrar todo lo que hay en el mismo, fielmente recreado en la pantalla y créeme, te va a volver loco. Si eres un amante de la estrategia, este también es un juego para tí porque cuenta con toda la experiencia de la saga Total War pero con unidades de fantasía. Un juego imprescindible.