Samsung ha presentado el mejor teléfono hasta el momento en forma del Galaxy S8, que aprovecha al máximo el frontal con unos marcos mínimos, y entre el resto de novedades se encuentra el desbloqueo por reconocimiento facial. Pero su seguridad, al menos de las versiones previas a su puesta a la venta que se están pudiendo tocar y analizar, es tan fácil de saltar como la de poner delante de la cámara una foto del propietario del teléfono.

El siguiente vídeo demuestra en una de las muchas presentaciones realizadas por Samsung a lo largo y ancho del mundo que esta forma de saltarse el desbloqueo es posible. El reconocimiento facial actual se realiza en combinación con sensores de profundidad, como el de Windows Hello, por lo que me extrañaría que Samsung haya fallado en algo tan básico a 2017, y quizás, solo quizás, sea un fallo de software corregible. De otra forma, el reconocimiento facial del Galaxy S8 va a tener una seguridad de chirigota y pandereta.

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