El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) cuenta con uno de los mejores laboratorios de robótica del mundo, fomentado por algunos de los investigadores más motivados que hay porque tienen todos los recursos de la universidad a su disposición. Su último proyecto es un exoesqueleto que permite controlar un robot.

El robot incluye una cámara en su cabeza, que según los investigadores es perfecta cuando se requiere realizar trabajo de precisión con el robot, ya que el usuario sólo tiene que ponerse una gafas para ver el entorno desde el punto de vista del robot. Las manos se controlan por dos joysticks situados en los extremos del exoesqueleto, y permite controlar la fuerza a ejercer mediante dos botones, ya que el robot cuenta con una fuerza muy superior a la de un ser humano.

El exoesqueleto también recibe los cambios en el equilibrio del robot para que el portador pueda tomar acciones que lleven a que el robot mantenga el equilibrio. De esta forma puede reaccionar a situaciones inesperadas, como por ejemplo en labores de rescate después de una catástrofe, que es el escenario estándar por el que se investiga en este terreno de los robots controlados remotamente.

Este es el tipo de noticias que a uno de los redactores de la web le gustaría escribir pero está despedido está de vacaciones en Tenerife disfrutando de sol y playa. No se resistiría a hacer algún comentario sobre hacer realidad los jaegers de Pacific Rim y así poder combatir a los kaijus. Bueno, igual tiene otros usos más mundanos y menos violentos, pero no son tan divertidos ni hollywoodenses.

Vía: SlashGear.