Alan Wake II ha sido un juego con suficiente éxito de ventas como para dar un respiro a Remedy, que a la postre le ha servido para hacerse con todo los derechos de Control. Pero inicialmente se lanzó con unos exigentes requisitos que incluían tener una RTX 2060 o una RX 6600 simplemente para poder jugarlo a FHD y 30 f/s. Un terrible despropósito de Remedy, que finalmente se solucionó optimizando el juego porque, bueno, no todo se soluciona a base de FSR y DLSS. Ahora la compañía baja los requisitos mínimos del juego, aunque para FHD y 60 f/s se sigue necesitando una RTX 3070.

Tras apañar una serie de problemas con el sombreado en malla que no estaba disponible en la arquitectura de las GTX 10 y RX 5000, la compañía ha conseguido bajar a una GTX 1070 o una RX 5600 XT lo mínimo para jugar a este título a FHD y 30 f/s. Sigue siendo un despropósito, pero algo menos. El resto de requisitos del juego se mantienen, por lo que es uno de los títulos más exigentes que hay en el panorama actual. Y si se activa el trazado de rayos, entonces se neesita una RTX 4070 para FHD y 60 f/s. Así están las cosas en el desarrollo de videojuegos.

Vía: TechPowerUp.