La reciente presentación del OnePlus One ha hecho que todo el mundo se haya olvidado del término phablet, ese teléfono inteligente con pantalla grande que lo situaba a mitad de camino de la tableta. Habitualmente era lógico pensar que un teléfono con pantalla de 5,5 pulgadas era una phablet, pero además la presentación del próximo G3 con, posiblemente, pantalla de 5,5 pulgadas va a relegar el término al olvido para hacerlas pasar por smartphones.

La actual moda de los fabricantes parece ser que es llevar las phablets al gran público, con una propuesta de proporcionar el mejor hardware en un teléfono inteligente con el mayor tamaño de pantalla posible. Seamos sinceros, si el Nexus 5 ya roza lo que se considera un teléfono manejable, con 138 x 69 milímetros, el OnePlus One con 153x76 se sale de lo manejable.

Puesto que se sale de lo manejable, sigue siendo una phablet, hay que recordarlo, por que no es el primero que se lleva la sorpresa al pedir un teléfono y ver lo enorme que son con 5 o más pulgadas de pantalla. El próximo LG G3, con una también enorme pantalla de 5,5 pulgadas, pese a tener menos bisel lateral, sigue teniendo bastante espacio superior e inferior. Al menos, así lo muestran las filtraciones.

Puede que haya usuarios que quieran sus teléfonos para consumir multimedia cuando van en transporte público, pero es aras de no llevar a equivocaciones, el G3 y el One son phablets. Si no consideráramos que lo son, el Galaxy Note 2, con pantalla de 5,5 pulgadas, ¿ha dejado de serlo? De hecho es algo menos alto que el One, con 151 x 80 mm.

Esto me lleva a que creo que es una nueva moda que van a plantear que en los próximos meses los buques insignia, con el mejor hardware, van a ser phablets. Cuando estás renovando los teléfonos cada cuatro meses, esto es lo que ocurre, que te faltan las ideas sobre qué mejorar. Y posiblemente la consecuencia es que nos quedemos sin teléfonos manejables con el mejor hardware en los próximos meses por una moda pasajera.

En mi caso, me gustan los teléfonos con capacidades inteligentes, no las tabletas con capacidades de teléfono. Como siempre digo. Pequeña pero gran diferencia. ¿Están muriendo las phablets, reconvertidas en smartphones, por el interés de los fabricantes de hacerlas pasar por teléfonos, muy engañoso para el usuario final? En los próximos meses lo sabremos.