Hoy era el día señalado por Samsung para que saliera a la venta su nuevo buque insignia presentado hace mes y medio: el Galaxy S5. Aunque vuelve a incluir el mejor hardware del momento, no sabemos hasta qué punto puede valerle para atraer la atención de los consumidores debido a la alta competencia que hay en Android ahora mismo.

El nuevo terminal se pone a la venta en 125 países, y parece más un truco de marketing que destinado a promover el producto. ¿Por qué no lanzarlo hace un mes en unos pocos países en vez de tener stock suficiente para lanzarlo en... 125? La respuesta, como siempre, se encuentra mirando a Apple.

La compañía del iPhone puso a la venta los modelos 5s y 5c simultáneamente en diez países, incluida China (y la región especial de Hong Kong), consiguiendo 9 millones de unidades vendidas el primer fin de semana. Una marca que el Galaxy S5 tendría difícil de superar en tan pocos países, y que por ello si el Galaxy S4 (y le costó vender 20 millones de Galaxy S4 un mes en todos ellos) ahora Samsung quiere asegurarse que no vuelva a quedar en ridículo y lo lanza en 125.

De esta forma pretende poder competir con las cifras de ventas del primer fin de semana con Apple. ¿Necesario? En absoluto. Samsung se debería de centrar en crear productos mejores que en entablar batallas inútiles para los intereses de Android en general y de Samsung en particular.

Ahora ya sólo es cuestión de unos días que Samsung anuncie el "exitazo" de ventas del Galaxy S5. Por la cuenta que le trae.